CEP: En 3 años, brecha de ingresos entre pobres y ricos se redujo de 22,1 a 18, 9 veces
“La Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos (Nesi) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) muestra una caída significativa en la desigualdad de ingresos entre 2010 y 2013”. Esta es la principal conclusión del análisis realizado por el director del Centro de Estudios Públicos (CEP), Harald Beyer, a la última medición.
En un estudio del think tank, Beyer indica que entre 2010 (cuando se modificó la encuesta) y 2013, la razón entre el ingreso autónomo per cápita del decil de hogares de más altos ingresos y aquel del decil de más bajos ingresos se redujo de 22,1 a 18,9 veces.
“Estos son cambios importantes en un período breve que se explican por un buen desempeño del mercado laboral; particularmente, por los ingresos de la ocupación que aumentaron a una tasa mucho más rápida en los hogares de menores ingreso”, dice el documento.
Sin embargo, el texto advierte que los niveles de empleo de los hogares vulnerables son todavía reducidos, por ello es necesario “una política que los promueva activamente”, indican, para avanzar hacia una mayor reducción de las brechas por desigualdad de ingresos.
En esta línea, el informe remarca la incidencia del buen desempeño del mercado laboral que favoreció la disminución de la brecha. Ello está relacionado con la mayor tasa de personas ocupadas que se incrementó en casi 1,1 millones entre el trimestre móvil octubre- diciembre de 2009 y el mismo período de 2013; y con los ingresos totales de la ocupación que aumentaron en 46,8% en términos reales, lo que significa un 25,9% más de lo que aumentó la ocupación.
Evolución ingresos autónomos
De acuerdo al análisis del CEP, los ingresos de los hogares de menos recursos crecieron más rápido que los de los hogares de la parte superior de la distribución (26% decil 10 y 7% decil 1).
“Si se intentan explicar las causas de esas variaciones en el ingreso per cápita, el grueso depende en todos los deciles del comportamiento de los ingresos de la ocupación”, señala el informe.
De todas maneras, Beyer en el documento explica que los ingresos por salarios o de otros trabajos, representan distintas proporciones de los ingresos totales de cada decil, “de modo que el impacto está “mediado” por esa realidad. Por ejemplo, los ingresos de la ocupación representan 79% de los ingresos en el decil 10 (el de más altos ingresos) y sólo 57 % en el decil 1 (más rico).
En este sentido, señala que es evidente que los ingresos monetarios (subsidios, jubilaciones, pensiones y transferencias del Estado) son más importante en los deciles más pobres, pero en los deciles 4 y 6 otras fuentes, como los arriendos imputados, cobran mayor importancia. “Con todo, las oportunidades de trabajo siguen siendo una fuente eventual de redistribución que conviene potenciar”, sostiene.
Otra de las conclusiones señala que no todas las transferencias tienen el mismo impacto redistributivo. En particular, sostiene el documento, las transferencias en educación tienen mayor impacto redistributivo que aquellas que habitualmente se computan como parte del ingreso autónomo (pensiones) . Por ejemplo, en los deciles más pobres la participación de estas transferencias llegan al 74%, mientras que en el decil más rico es de 13%.
“El aumento en el peso relativo de las transferencias en los ingresos de los hogares menos acomodados ocurre precisamente porque el alza de las transferencias es principalmente en educación”, indica.
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