Pulso

El bulldog de las telecomunicaciones

De una citroneta a un jet privado. De tener pocos pesos en su bolsillo a facturar más de US$120 millones al año. La historia de Raúl Ciudad, gerente general y socio de Coasin, se escribe a través de contrastes; ligada a una carrera empresarial de esfuerzo, aciertos y grandes desafíos en la compañía de soluciones tecnológicas.

Raúl confiesa: "No tuve ni tengo herencia de gente rica. Cuando estaba estudiando no tenía ni uno, por eso vendía pescado. Lo iba a comprar a Limache, lo vendía en Santiago y con eso ganaba plata. Incluso transportaba gente, hacia lo que fuera con una citroneta que me prestaban para poder pagarme los estudios. Nunca lo sentí como algo terrible, sino que era lo que tenía que hacer". De esta manera y enfocado en cumplir sus metas, Raúl logró salir de una situación de vulnerabilidad y empujó el desarrollo de la que fue una pyme y hoy es un holding de empresas dedicadas a la integración de plataformas tecnológicas y servicios de outsourcing TIC dirigida al sector corporativo y telecomunicaciones de grandes y medianas empresas en Chile y la región.

Con escasos 28 años y tan sólo cuatro años después de ingresar a Coasin, este ingeniero eléctrico de la U. Técnica del Estado, actual Usach, se convirtió en gerente general. Al año siguiente tomó el control accionario de Coasin y logró en la década de los 80 que la empresa manejara el 90% del mercado de las comunicaciones en Chile. Tras un fuerte crecimiento, llegó el interés de las grandes empresas por entrar a la propiedad de Coasin. Fue en 1996, en medio de las negociaciones con la canadiense Newbridge, cuando Ciudad se ganó el apodo de el bulldog de las telecomunicaciones.

Finalmente, el empresario y sus socios vendieron el 51% de la compañía.

"La negociación con Newbridge fue un proceso muy largo; duró cerca de ocho meses. Ellos sintieron que me había puesto muy firme en tomarlos y no soltarlos. Decían 'nos metiste los dientes en el cuello y no nos dejaste hasta que firmamos'. Es verdad, siempre inventaba la manera de que no se escaparan", recuerda Ciudad, quien recibió el premio Gestión 2013 otorgado por el Colegio de Ingenieros.

Dice que uno de los momentos más complejos vividos al mando de Coasin fue en el año 2000, cuando debió enfrentar la compra de Newbridge por parte de Alcatel, lo que trajo la inestabilidad a la empresa, que pasó de facturar US$100 millones a US$18 millones. "Nos enfrentamos a la posibilidad cierta de desaparecer. Fueron dos años de duras negociaciones. Alcatel no se llevó a nadie, nos quedamos con 500 personas, sin ingresos y con todos los costos. Sin embargo, la compañía logró reinventarse, vendió algunos de sus negocios en Estados Unidos y puso en marcha la consolidación en Chile", destaca Ciudad.

Cuando le preguntan cuál es la fórmula de su éxito, el empresario es claro: "Reinventar la compañía desde cero. Puedo decir que el dicho 90% de transpiración y 10% de inspiración es bastante cierto". Y agrega que los tres principios claves en el mundo de los negocios son: honestidad y estricto apego a la ética, perseverancia y rodearse de colaboradores de confianza.

El empresario dice que siguen recibiendo ofertas de compra o fusión, pero la puerta está junta, no totalmente cerrada. Hay que ver las propuestas, reconoce. "No ha aparecido una oportunidad razonablemente buena que nos permita decir que es el momento para que entre un socio estratégico o vendamos toda la compañía. No es que estemos en venta, pero sí hay mucha gente que golpea la puerta y nos dice que les interesaría. No se han dado las condiciones; quizás somos muy exigentes", afirma Ciudad.

CON LA MIRA EN EEUU
Hoy, el plan de Coasin es ambicioso. Crecer en su internacionalización y hasta debutar en bolsa está entre los objetivos de la firma. Todo, considerando que la principal proyección es duplicar la facturación en cinco años. Hoy vende US$120 millones cada doce meses.

"De aquí a cinco años queremos salir a la bolsa. Yo creo que hay que salir antes porque necesitamos capital para desarrollar los negocios y alcanzar el incremento de crecimiento", manifiesta el socio de la empresa.

Para lo que resta de 2013, Ciudad explica que estará dedicado al ordenamiento de la compañía en Chile.

Además, adelanta que están mirando de cerca Estados Unidos y Canadá para ingresar a esos mercados en 2014. Descarta por ahora ir a países de la región.

"Hay muchos que piensan lo contrario a esta estrategia, pero creo que las empresas tecnológicas chilenas no deben ir a Latinoamérica, porque ahí no está su mercado y el nivel de competencia es súper crítico. Además hay mucha corrupción. En cambio, los códigos de los norteamericanos son parecidos a los nuestros", señala.

Respecto a su actividad gremial, Raúl una vez más se pone a la cabeza de los desafíos, ya no sólo empresariales sino que a nivel país.

"Quiero ver a Chile desarrollado en 2020. Si se me dan las condiciones voy a molestar a todos hasta que se haga. La Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de Información se va a involucrar en eso y yo también", insiste.

Para esto, en los próximos cuatro meses la ACTI elaborará una propuesta concreta a los candidatos presidenciales para que incluyan temas de tecnología e innovación en sus agendas antes de que alguno sea elegido. Como un bulldog que no suelta a su presa.

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