Gerardo Arteaga y el grupo Fantasilandia: "Estamos tratando de entrar fuerte en México"

Crecer en un parque de diversiones pareciera ser el sueño de todo niño. Tener acceso liberado a los juegos sería parte de esa ilusión. Gerardo Arteaga Cerda no lo soñaba, lo vivía todos los días cuando acompañaba a su padre, el fundador de Fantasilandia (que se llama igual) a trabajar y poner en marcha un emprendimiento que se ha logrado consolidar en sus 37 años de existencia.
Arteaga hijo, gerente general de Fantasilandia, cuenta detalles del negocio a pocos días de convertiste en el presidente de la Asociación Internacional de Parques y Centros de Entretención.
¿Cuáles son las tendencias que ha identificado que se están dando a nivel mundial?
Que los parques han ido siendo más temáticos. Eso significa que a los juegos se les monta un tema encima y se genera una experiencia de inmersión, sientes que estás en otra parte, en un lugar especial. En la región no se da mucho eso porque con dificultad compran los juegos. El caso extremo es Disney, que llegan a gastar más del doble de lo que cuesta el juego solo en la tematización. Nosotros hemos desarrollado el bosque para aislar de la ciudad y que las personas se sientan en un entorno más distinto del que se vive día a día, a pesar de estar en el centro de Santiago.
En EEUU y Europa los parques están a las afueras de las ciudades.
Exactamente, porque necesitan grandes extensiones de terreno. Fantasilandia está súper constreñido en la superficie que tiene.
¿Existe la posibilidad de que se trasladen a fuera de la ciudad?
Tenemos un terreno que, de no ser posible continuar acá, nos permitiría desarrollarnos en otro lado.
¿Seguirían dentro de la Región Metropolitana?
En la Región Metropolitana viven siete millones de personas; un parque puede traer el 12% de esa gente. En ninguna otra parte hay suficiente gente como para hacer un parque de diversiones, por lo que si hubieran dos, los dos se mueren.
La alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, anunció una revisión al terreno en concesión.
Encantados de seguir acá, pero hay una serie de temas que tienen que resolverse. Ni siquiera son temas municipales, sino que muchos más amplios de la ciudad. Cómo hay incógnitas que resolver, la lógica es tener un plan alternativo.
¿Pero la intención sigue siendo estar acá?
Ante la incertidumbre uno tiene que tomar decisiones y eso fue lo que hicimos. Hace más de dos años compramos un terreno de más de 40 hectáreas en la Región Metropolitana.
Este un negocio que requiere tanta maduración que tienes que tener bajos niveles de incertidumbre para invertir. Hacer un Fantasilandia de nuevo puede costar US$70 millones, que es una cifra que con lo que uno vende se paga en 20 años.
Se había hablado de construir un parque acuático en el terreno que adquirieron.
En Chile, un parque acuático solo no funciona, tiene que ser con algo grande al lado.
¿Una de las variables que se puso sobre la mesa para revisar la concesión es el precio que se pagaba por ella, de $5 millones mensuales?
Es parte del valor que se paga, no es todo. Hemos seguido en conversaciones con la municipalidad, pero cuando ellos conocen el contexto en el cual operamos y toman en cuenta que lo único que se puede hacer en este terreno es un parque de diversiones, la aproximación es diferente. Este es un terreno de bien nacional de uso público que tiene un 1% de Constructibilidad. Aquí no se puede hacer nada más que esto, y los números hay que verlos de esa forma. El objetivo de la concesión, que era tener el parque de diversiones más importante de la región y de Chile, se ha cumplido con creces. Fantasilandia, por metro cuadrado, es el espacio socialmente mejor usado de todo el Parque O’Higgins.
¿Cuáles son sus planes de internacionalización?
Operamos en cuatro países de Latinoamérica (Chile, Perú, Colombia y México) con el formato Happyland. Tenemos más de 70 centros de entretenimiento y queremos terminar con 100 afuera. Estamos tratando de entrar fuerte en México. Además, tenemos Perú y en Chile seguimos construyendo locales, al mismo ritmo de Colombia.
¿Y con el formato Fantasilandia? Se habló de Brasil.
Brasil es un país donde todos los chilenos tenemos el radar, porque es una economía bastante grande. En lo personal, puse mis votos en México. Brasil, con la reciente elección, está bastante estancado, es extremadamente complicado hacer negocios; es una economía híper burocrática y de alto riesgo.
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