Gerardo Varela, el deslenguado titular de Educación que descolocó a los partidos

gerardo varela

El abogado, columnista, miembro de la Fundación para el Progreso y amigo del Presidente, sorprendió ayer al ser elegido en una de las carteras sociales más complejas. Su nominación generó rechazo, sobre todo por sus polémicos dichos sobre la materia. Ahora, el mundo político espera ver su desempeño.




SI ALGUIEN esperaba que Sebastián Piñera pusiera en Educación a alguien políticamente correcto, se equivocó. Para su segundo periodo, y considerando lo sensible que fue esta área en su primera administración, el Presidente electo decidió nombrar al abogado Gerardo Varela, conocido por sus polémicas columnas en El Mercurio y El Líbero, desde donde disparó durante estos cuatro años contra la centroizquierda.

Frases como "la educación es un mercado donde los colegios y universidades compiten entre ellos por los mejores alumnos, por dar la mejor calidad y por mejorar la empleabilidad", o "la educación, como la salud y la seguridad, son tanto derechos como bienes económicos", repletan los textos que lo catapultaron como uno de los columnistas de la derecha.

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Varela tiene una vasta experiencia corporativa: fue presidente de Soprole, es socio de Cariola, Diez, Pérez-Cotapos & Cía, consejero de la Sofofa y de Icare, fue reconocido en 2012 como el "mejor abogado" por la revista internacional Best Lawyers, hizo clases en la U. Católica y la U. Adolfo Ibáñez y ha estado involucrado en la transacción de más de 50 compañías, como Canal 13, Shell, Banmédica y Unilever.

Pero, ¿cómo llegó a Educación? Su currículum arroja algunas luces: es director de Educa UC, proyecto que ayuda a mejorar la calidad de una red de colegios y fue asesor legal de la iniciativa "Escuelas para Chile", idea de Teletón para reconstruir colegios dañados por el terremoto de 2010. Pero hay otros factores que explican su llegada, principalmente su participación en la Fundación para el Progreso (FPP) y su amistad con el Presidente.

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Varela y Piñera son amigos hace años. De hecho, a inicios de mes, ambos compartieron y jugaron tenis en Cachagua, mientras el mandatario electo estaba de vacaciones, instancia donde se habría sellado el ingreso del abogado al gabinete. Hasta el lugar también llegó Pauline Kantor, próxima ministra del Deporte.

Piñera además es amigo de varios miembros de la FPP, como Nicolás Ibáñez, conocido empresario (ex dueño de Líder) y presidente de la organización, y Roberto Ampuero, "senior fellow" de la FPP y próximo canciller. Por ello, en Chile Vamos varios ven con atención el rol que podría jugar esta fundación -cuya cara más visible es otro polémico, Axel Kaiser- en la próxima administración.

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Además, y pese a que la nominación habría ocurrido con antelación, en la derecha no supieron de su nombre hasta apenas horas antes. Los partidos afirman que ninguno de ellos puso su nombre en las listas que le entregaron a Piñera. Por eso, Varela descolocó a todo el mundo político.

"Lo que el Presidente dice"

"Le agradezco esta oportunidad (Presidente). Trabajaremos comprometidos por entregarle educación de calidad y las mismas oportunidades a todos los chilenos", puso ayer Varela en su primer tuit, al inaugurar su cuenta. Pero en el resto del espectro político, en especial en la centroizquierda, vieron su nombramiento como una declaración de guerra.

La diputada Camila Vallejo (PC) afirmó que el próximo ministro "es un conocido anticomunista y defiende a ultranza la educación de mercado". Y el diputado Vlado Mirosevic (PL, del Frente Amplio) planteó que "es abiertamente un error haberlo nombrado, dudaría de sus competencias en educación, es un opinólogo de la educación de mercado que va a aumentar la conflictividad social". A su juicio, la nominación se explica porque el Presidente "tomó la decisión de ser un gobierno de derecha y pone ahí a quienes puedan defender estos valores sin complejos ni matices".

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El diputado Jaime Bellolio (UDI), en cambio, defiende a Varela. "Lo conozco, tengo una muy buena opinión de él, es una persona culta y valiente, porque dice lo que cree y tiene las características esenciales para ser un buen ministro de educación", dijo.

Y Raúl Figueroa, director de Acción Educar y quien suena como eventual subsecretario de la cartera, agregó que el próximo ministro "es una persona capaz, con una concepción clara de lo que el país necesita y podrá embarcarse rápidamente en las complejidades del ministerio".

Sin embargo, en la derecha reconocen que para el próximo titular, la política educativa no es su fuerte. Por ello, creen que es muy importante reforzar el equipo, con subsecretarios y jefes de división que manejen el tema.

Por su parte, el propio Varela ya pidió olvidar sus polémicos dichos y mirar al futuro. "El Presidente ya decidió que en la gratuidad se avanzará hasta los deciles que queden aprobados y yo tengo que implementar las políticas. Mis opiniones personales se guardan, las respeto, las aprecio, pero hoy estoy bajo las instrucciones del Presidente. Igual que en mi casa, no hago lo que quiero sino lo que converso con mi señora. Aquí es un poco distinto, hago lo que el Presidente dice", afirmó ayer.

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