El hambre de los institucionales

Con una alta demanda terminó el viernes el remate del 1,85% de BCI. Las 2,3 millones de acciones correspondían al remanente de la participación que mantenía Credicorp en el banco local. Sin embargo, la entidad de capitales peruanos decidió hace meses desprenderse de las participaciones minoritarias que mantiene en distintas firmas. Si bien el precio mínimo de adjudicación -a cargo de la corredora de Credicorp- era de  $38.200 por papel, éstos finalmente lograron ser colocados a $39.000, remate en el que las AFP e inversionistas extranjeros se llevaron el 47% del total de la oferta, mientras que otros institucionales locales y las compañías de seguros se quedaron con el 18%.  La apuesta por el banco controlado por la familia Yarur Rey se da justo en momentos en que confirmaron las negociaciones con Walmart para adquirir su negocio de tarjetas de crédito, en una cifra que bordearía los US$600 millones. El viernes, Fitch Rating dijo en un comunicado que de concretarse, no prevén  revisiones de calificación a la baja a menos que haya cambios significativos en el perfil financiero y objetivos de BCI. A la vez, señaló que la adquisición le permitiría a la entidad acortar la brecha con los dos mayores bancos chilenos en consumo y mejorar sus ingresos básicos en un segmento más rentable. Sin embargo, ello implicaría tener un impacto negativo en el core-capital.

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