El adverso escenario que espanta a las mujeres del mercado de capitales local

fynsa ok

Eternización de los hombres en los puestos de poder, poca flexibilización horaria para hacerla compatible con la vida familiar, diferencias salariales abismales y una cuota de narcisismo y machismo, serían algunos factores detrás del escaso peso femenino en el entorno de las finanzas corporativas.


Si bien la escasa presencia femenina en altos cargos es transversal en todos los campos, la industria financiera ha tratado de migrar hacia una mayor cuota de mujeres. Ya se ven, de hecho, algunos casos de éxito, como el de Manola Sánchez en el directorio del Banco Bci, a Jeannette von Wolfersdorff en el de la Bolsa de Comercio de Santiago, o a Rosario Celedón en la Comisión para el Mercado Financiero. Sin embargo, hay áreas dentro del mercado de capitales, en particular en los bancos de inversión, donde las mujeres en altas posiciones es aún exigua.

Finanzas corporativas, el mundo desconocido

El glamour en los bancos de inversión está en sus áreas de finanzas corporativas. El dinero también. Pero las mujeres no. Lo anterior, porque las operaciones más jugosas en términos de ingresos se hacen en esta área, que es la encargada de brindarle a las empresas, corporaciones o personas de alto patrimonio soluciones creativas y ajustadas a la medida para captar nuevas fuentes de financiamiento, reestructurar deuda, emitir bonos, abrir compañías en bolsa o asesorar en la compra o venta de firmas o participaciones accionarias. Se trata de procesos grandes, que toman tiempo. Se trabaja todos los días para cerrar un trato, proceso que puede tardar años. No se ven resultados inmediatos.

En las finanzas corporativas no hay horario; la disponibilidad tiene que ser 24-7-365. Están a absoluta disposición del cliente. La tolerancia a la frustración es clave, porque pueden haber pasado meses pujando por un negocio, donde finalmente no ganan.

En este mundo de finanzas corporativas, donde se concretan pocos negocios, pero muy grandes y que les significan a los bancos de inversión parte importante de su fuente de ingresos y de prestigio, no hay mujeres en puestos relevantes en las principales entidades que operan en nuestro país.

"Contratamos una vez a una mujer y terminó llorando", afirma un alto ejecutivo del área de finanzas corporativas de una institución, quien después de ese episodio reconoce que optó por no "complicarse más" y no contrató más mujeres. Agrega que un factor clave a la hora de descartar a mujeres bajo los 40 años dice relación por su alta probabilidad de embarazos, lo que -dice- mermaría la continuidad de su desempeño.

Un gerente general de una de las principales entidades financieras locales matiza lo anterior. Indica no creer "que sea machismo". "He conocido a varias mujeres con proyección en finanzas corporativas, pero cuando les nace la primera guagua renuncian".

Otro ejecutivo que ha trabajado en tres bancos de inversión relata que el casi nulo número de mujeres en finanzas corporativas no es un problema solo de Chile, sino que se ve a nivel mundial. Aunque reconoce que en Latinoamérica la diferencia de género en este campo es más amplia.

En esa línea, un gerente de un banco de inversión global con fuerte presencia en el país reconoce también la poco presencia femenina. "(Están) todas en posiciones más junior". Sin embargo, cree que eso va a ir cambiando. "En las generaciones más nuevas de ingeniería civil o comercial vienen más mujeres". Y agrega: "En multinacionales estamos desesperados tratando de conseguir mujeres dispuestas a tomar el desafío".

Más presencia en research

Un panorama inverso es el que se vive en las áreas de estudios o research de las principales instituciones financieras. Cada vez tienen a más mujeres tomando cargos senior, dado que -explican- pueden compatibilizar mejor sus tiempos familiares y un horario más rígido.

Algunos casos exitosos son Claudia Morales, vicepresidenta de Estrategia de Inversiones para Clientes para Latinoamérica e Iberia de BlackRock; Carolina Ratto, head de equity research en Credicorp Capital; Cristina Acle, analista senior de renta variable de Banchile Inversiones; Claudia Torres, gerenta de research y selección de activos de Bci Asset Management, y Constanza Pérez, subgerenta de renta variable de Inversiones Security. Esta semana, además, fue nombrada Camila Raddatz como head of research Chile en Moneda Asset Management.

A quienes están a cargo de liderar la estrategia de un fondo de inversión se les llama portfolio manager. Aquí, según un sondeo de Pulso de 2017, un 12% eran mujeres. Destaca Mabel Weber, de Bice Inversiones, quien administra el portafolio Siglo XXI, uno de los más antiguos del mercado accionario local, que maneja unos US$ 520 millones. También resalta el caso de LarrainVial, que tiene cuatro portfolio managers de 19.

Pese a que en las áreas de estudios y en el manejo de fondos la presencia femenina es mayor, su dotación sigue siendo dominada por hombres, al igual que en las mesas de dinero, la operación misma del manejo de fondos. Es el corazón de las transacciones financieras y bursátiles.

Pese a ello, hay casos interesantes, como en Banchile Inversiones, donde el porcentaje de mujeres en la mesa de dinero bordea el 48%. Otro ejemplo es el que se da en Fynsa, cuya mesa de dinero está conformada por 12 profesionales, donde seis son mujeres. En la compañía destacan que "el proceso de selección para la mesa es absolutamente meritocrático, en el cual no pesa el tema de género".

En Fynsa no atribuyen el bajo porcentaje de mujeres en importantes cargos a machismo. Ilustran que existe una autoselección que viene desde las universidades, etapa en la cual muchas mujeres deciden optar por especialidades más ligadas al marketing o a recursos humanos más que a las finanzas. Por ello es que existe una mayor disponibilidad de profesionales hombres dedicados al área financiera. "Cuando abrimos vacantes, alrededor del 80% de los currículums de las postulaciones que recibimos son de hombres".

Brechas que hay que cerrar

Una importante fuente del mercado de capitales local plantea que, además de las brechas de género en altos cargos financieros, también hay que preocuparse por las diferencias salariales y de bonos. Asevera que en algunos bancos de inversión fue testigo de que los hombres que desempeñaban la misma función que sus pares mujeres recibían sueldos 1,5 veces mayor o hasta el doble. En cuanto a bonos anuales que son usuales en estas instituciones, llegaban a ser entre seis y diez sueldos mensuales extras para hombres, en tanto que para las mujeres llegaban a hasta cuatro sueldos.

Manola Sánchez, directora de Bci, sostiene que "existe una cultura muy machista en el sector", y agrega que "es un círculo vicioso, porque al haber pocas mujeres senior en finanzas desincentiva a otras a entrar a ese mundo". La ingeniera comenta que "hace muy poco se ha comenzado a crear la conciencia de la diversidad dentro de los equipos, y que atraer a mujeres debería estar en la retina de muchos de ellos. Creo que la que más ha tardado en darse cuenta ha sido el área financiera".

La directora de la Bolsa de Comercio de Santiago, Jeannette von Wolfersdorff, esgrime como una de las razones de la poca presencia femenina la "poca flexibilidad laboral, y una cultura masculina que se ha ido eternizando". Agrega que "investigaciones también sugieren que esta industria es una de las que más atrae al narcisismo, lo que es comprobadamente una característica psicológica más masculina que femenina". Sostiene que las consecuencias de este rasgo psicológico en la banca de inversión son varias. Ante todo, destaca que sencillamente es complejo hacer carrera como no-narcisista, en un rubro que justo atrae a personas con rasgos narcisistas. "Se lograría un mejor equilibrio cuando las empresas implementen políticas de diversidad, que facilitarían la contratación y promoción de personas que destacan por su humildad más que por su aura de superioridad".

Para avanzar en el emparejamiento de la cancha, Von Wolfersdorff expresa que "hay que incorporar a mujeres en los directorios de la industria, sin exigir que hayan tenido 20 años de experiencia como CEO en el sector financiero. Más bien, sería fantástico si las empresas -y sus headhunters- empezaran a crear perfiles complementarios a sus directores actuales, para crear un skill matrix idóneo y suficientemente diverso".

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