Chile en camino al crecimiento acelerado

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Ya se ha comentado ampliamente que la economía mundial está pasando por un muy buen momento de crecimiento, ratificado por la expectativa del 3,9% para el presente año y el siguiente por parte del FMI, lo cual en términos de crecimiento per cápita, sería cercano al 3%, muy por sobre el promedio histórico de 2% desde 1980. Adicionalmente el cobre, aunque como siempre con fluctuaciones, se ha mantenido a niveles elevados por sobre los 3 dólares por libra. Estas condiciones son muy favorables para el crecimiento de nuestro país pese a que el petróleo WTI superando los 70 dólares. A lo anterior se une las positivas expectativas tanto de parte de los consumidores como de los empresarios, lo cual tarde o temprano debieran significar un aumento tanto en el consumo como en la inversión.

En todo caso los diversos indicadores ya sugieren que el consumo se ha mantenido fuerte, alimentado por las ya mencionadas expectativas optimistas como por el aumento de 2% de los sueldos reales en promedio en los últimos doce meses; con un empleo creciendo en torno al 2%. De hecho las ventas del comercio minorista crecieron cerca de 4% tanto en febrero como en marzo. La debilidad de enero aparentemente se debió a la menor demanda por parte de turistas fundamentalmente argentinos. Respecto de los componentes del PIB, es conocido el hecho de que el gasto del gobierno no será un impulso importante en la demanda en el presente año, y en esa línea los planes de austeridad del gobierno apuntan en la dirección contraria. Por lo tanto en esta oportunidad la evolución futura de la inversión es incluso más importante que lo habitual.

Respecto de este tema algunas encuestas indicaban el año pasado que la mayor limitación no estaba en la política macroeconómica, ni en la reforma tributaria; sino que en las dificultades "microeconómicas" de varios tipos relacionadas con asuntos medioambientales, de permisos de varios tipos (construcción, por ejemplo) y otros retrasos relacionados con la burocracia. En este contexto el plan a punto de ser revelado por el gobierno al escribir estas líneas será de la mayor importancia, aunque su efectividad deberá juzgarse con el tiempo.

Los riesgos sin embargo persisten. Por el lado internacional si bien algunos de éstos se han moderado sustancialmente como por ejemplo, el de Corea del Norte, otros como el de Irán han resurgido. Tampoco se ha resuelto el riesgo de una escalada en la disputa comercial entre EEUU y China. Asimismo se ha detectado una cierta desaceleración en la zona Euro. En nuestra región la nueva luz amarilla proviene desde Argentina, donde el Banco Central decidió aumentar fuertemente su tasa de interés para frenar la escalada del tipo de cambio y de esa manera intentar frenar una persistentemente alta inflación. En el plano interno el mayor riesgo parece ser la posibilidad de que la inversión se retrase o no se recupere, con lo cual el PIB quedaría impulsado básicamente sólo por el consumo. Esto último es efectivo a corto plazo pero a mediano y largo plazo va mermando la capacidad de crecimiento por el lado de la oferta lo que eventualmente causa una desaceleración, mayor inflación o ambas.

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