Telefónica dio ayer un golpe de efecto al comunicar el acuerdo para la venta de la división de torres de telecomunicaciones de Telxius, participada también por KKR y Pontegadea, al gigante estadounidense American Tower, por 7.700 millones de euros. El acuerdo incluye 30.722 emplazamientos, con dos transacciones separadas (una para el negocio en Europa y otra para Latinoamérica).

Pero habrá más.

La teleco va a continuar con las desinversiones de activos con el objetivo de aflorar valor y reducir deuda. La empresa señaló ayer que Telefónica Infra, unidad creada a final de 2019, que contaba con el 50,01% del capital Telxius entre sus activos, está preparada para canalizar la explosión del tráfico y aflorar el valor de un porfolio único.

Según Telefónica, el equipo gestor de esta compañía continuará focalizado en el desarrollo y monetización de torres, sistemas de antenas distribuidas, data centers, proyectos greenfield de fibra y cables submarinos, entre otros.

Entre estos activos figura el 50% del capital de CTIL, la sociedad participada junto con Vodafone, que agrupa sus respectivos emplazamientos en Reino Unido. El pasado lunes, ambos grupos anunciaron un acuerdo para monetizar CTIL.

Vodafone comunicó su intención de integrar su 50% en su división de torres Vantage Towers, que ultima su salida a Bolsa. Telefónica, por su parte, contempla desde dar entrada a un inversor a su venta completa. Una vez anunciado el acuerdo de Telxius, parece más probable su venta. Telefónica, igualmente, podría vender las torres que todavía tiene al margen de Telxius.

Dentro de esta división, la operadora planea la venta de la división de cables submarinos. De hecho, ha contratado a Société Générale y a Greenhill para la venta de estos activos.

En el mercado también se apunta la opción de que Telefónica pueda vender redes de fibra óptica. Citi, de hecho, valoró la red de fibra de Telefónica España en diciembre pasado en 18.000 millones de euros, y habló de “potencial bala de plata” para reducir deuda.

La teleco, hasta ahora, ha descartado esta alternativa, si bien, para los nuevos despliegues de fibra en países como Chile, Brasil y Alemania ha apostado por crear vehículos de inversión en los que se da entrada a socios financieros. En el caso alemán, Telefónica ha establecido un acuerdo con Allianz.

Junto a los activos de infraestructuras, Telefónica mantiene abierto el frente para la posible desinversión de activos de Hispam, división que agrupa los negocios en Latinoamérica, con excepción de Brasil.

A mediados de septiembre trascendió el interés de Liberty Latin America, la antigua filial de Liberty Global, por las filiales de Telefónica en Colombia y Ecuador. Ambos grupos ya han puesto en marcha operaciones corporativas. En julio pasado, Liberty Latin America acordó la compra de Telefónica Costa Rica, por casi US$ 500 millones, incluida la deuda.

Deuda

En el mercado hay expectativas sobre los posibles movimientos de Telefónica. Con respecto a la operación con Américan Tower, Telefónica señaló que la plusvalía atribuible ascenderá a 3.500 millones de euros. “Una vez completada la operación la deuda financiera neta del grupo se reducirá en 4.600 millones de euros y el ratio de apalancamiento en 0,3 veces”, dijo la teleco.

Al cierre del tercer trimestre, la deuda financiera neta de Telefónica era de 36.676 millones de euros sin arrendamientos (43.000 millones al incluirlos), la cota más baja en más de una década, con un ratio de apalancamiento de 2,77 veces el oibda después de arrendamientos (OIBDAaL). Telefónica explicó que las condiciones de renovación no incluyen ninguna cláusula “all or nothing” adicional.

El negocio de torres de Telxius generó un OIBDAaL estimado durante los últimos doce meses de 190 millones de euros. Si dicha cifra se ajusta considerando el impacto total del portfolio alemán adquirido por Telxius en junio, el múltiplo implícito sobre OIBDAaL pro forma sería de 30,5 veces.

Sentido estratégico

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, señaló que “se trata de una operación que tiene sentido estratégico dentro de la hoja de ruta. American Towers era nuestro segundo proveedor tras Telxius”. El directivo añadió que “tras esta gran operación seguiremos centrados en nuestros objetivos más ambiciosos: la integración de O2 con Virgin en Reino Unido, la compra de los activos móviles de Oi en Brasil y la reducción de la deuda”.

Los inversionistas valoraron de forma positiva la operación con Américan Tower. Así, las acciones de Telefónica llegaron a rebotar ayer un 9,6%, cerrando en 3,94 euros. Las matildes se toman así un respiro tras el castigo de 2020, cuando se dejaron cerca de un 48%, en medio de la grave crisis generada por el Covid.

Distintos analistas se mostraron favorables a la transacción. Según UBS, Telefónica ha percibido 800 millones de euros más por estos activos, que lo previsto por el mercado.

Caixa señaló que son noticias positivas para Telefónica, que ayudarán a reducir deuda y cristalizar valor. “Valoramos el negocio de torres de Telxius en 5.000 millones, con unos múltiplos de 20 veces el Ebitda, por debajo de la valoración obtenida por la compañía”, señaló la entidad. Santander indicó que tendrá un claro y relevante impacto en la acción de Telefónica, no menos de un aumento entre el 6% y el 7%.