Un nuevo caso de colusión se conoció en el país. Gracias a la herramienta de la delación compensada, la FNE denunció la existencia de un cartel en el mercado de transporte de valores, para el cual pidió una de las mayores multas impuestas alguna vez.

La sanción global asciende a US$ 63 millones y es un empate técnico con la que se pidió para la colusión de los pollos.

Pero las que se exigen para el mercado de transporte de valores también marcan un hito. Esto, porque las multas para Brink’s Chile S.A y Prosegur Group Andina S.A son las más altas que haya pedido la FNE en un caso de colusión de manera individual: US$ 30,5 millones y 25,8 millones, respectivamente.

Para Wagner Seguridad Custodia y Transportes SpA, la razón social de Loomis, pidió US$ 6,4 millones (8.314 UTA).

Hay que recordar que estas empresas son las dueñas absolutas del mercado. De acuerdo al requerimiento de la acusación, en el segundo semestre de 2017, cuando estaba operativa la colusión, Prosegur tenía un 46,4% del mercado, seguido de cerca por Brinks, con 41,8% de los ingresos de la industria. En tercer lugar, Loomis-Wagner tenía el 11,8%.

Para 2019, las cuotas eran similares, según se desprende del estudio de la FNE (ver gráficos).

Hay que recordar que las multas exigidas por la FNE (las cuales deben ser ratificadas por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia) van en un 100% a beneficio fiscal, las cuales suman casi US$ 280 millones desde el 2013 (con la colusión en el mercado de terminales de buses) a la fecha.