Family Offices, not so good

trabajo

DESDE 2010 han proliferado los Family Office (FO) y también los Multi FO. Los registros dan cuenta sobre los 200. Además, se ofrecen cursos y seminarios de llamativa convocatoria. Con seguridad, mis planteamientos incomodarán, pero algunos tips ya había entregado en columnas anteriores.

Pregunta directa, en nuestro país, ¿el establecimiento de FO obedece a como fueron concebidos en el ámbito internacional? La respuesta no requiere mayor estudio; simplemente en más del 90% están centrados en rentabilizar patrimonios, búsqueda de nuevos proyectos y gestionar riesgos; entonces los incentivos tienen acento monetario. Casi todos tienen gerente externo, sin especialización en empresas familiares y disponen exclusivamente de ejecutivos de inversiones. Algunos han cobrado tal nivel de importancia que en la práctica ofician como holding de inversiones. Además, las decisiones se adoptan en las cúpulas ejecutivas sin participación de la familia extendida. Incluso así se promueven en los seminarios hablando de estructuras legales y tributarias, Private Equity e Investment Policy Statement. ¿Utopía pura? ¿un deseo teórico? Negativo! eso es realismo aplicado. La familia, al menos, debe ser informada. Si no, resulta suficiente observar cómo continúa escalando el conflicto de la familia de una gran cadena de retail. En resumen los FO son un copy-paste a la chilensis. O sea han hecho caer en la opacidad la metáfora universitaria que habla de la "Magia de la Empresa Familiar".

Recomendaciones: asumiendo la justificación para formar un FO en base al tamaño patrimonial y la diversificación de empresas, primero habrá que reunir a la familia en un concordato de espíritu y valores en torno a sus negocios, plasmándolo en un Protocolo. Luego es indispensable diseñar los apropiados Consejo de Familia y Consejo Directivo.

Los roles de los FO a través de ambos consejos, en síntesis, comprenden fomentar la fertilidad de emprender y motivar para compartir en familia esos desafíos, valorar la privacidad por sobre el exitismo, definir la participación propietaria, administrar expectativas, gestionar la sucesión, ocuparse de la reputación y conductas éticas, actualizar Protocolos, generar oportunidades para sus miembros, difundir los planes de negocios, discutir eventuales alianzas con otras familias y/o abrir la propiedad a terceros inversionistas, ser la fuente de profesionalización familiar, delinear los perfiles de directores y ejecutivos externos y reclutarlos, actividades de filantropía, atender la resolución de conflictos, responsabilizarse de todos los negocios, crear estrategias, decidir inversiones, evaluar mercados, decidir acerca de la organización adecuada, proponer políticas de capitalizaciones y distribuciones, en fin.

Entonces ¿están los FO chilenos contribuyendo a potenciar a las conglomerados familiares? Yo estoy convencido de que no.

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