FMI: deuda Argentina es insostenible y llama a acreedores privados a hacer pérdida “apreciable”

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El organismo internacional y la administración de Alberto Fernández están alineado respecto a la incapacidad de los transandinos de encarar los vencimientos. En ese marco y ante la imposibilidad de que se reestructura la deuda que se tiene con el mismo Fondo, se llama a los privados a hacer las concesiones.


"La deuda de Argentina no es sostenible". Esa fue la frase que más destacó en el comunicado que emitió ayer el Fondo Monetario Internacional, luego que finalizara la visita al país de la misión encabezaba por Julie Kozack, subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo.

"Específicamente, nuestra visión es que el superávit primario que se necesitaría para reducir la deuda pública y las necesidades de financiamiento bruto a niveles consistentes con un riesgo de refinanciamiento manejable y un crecimiento del producto potencial satisfactorio no es económicamente ni políticamente factible", se lee en el documento.

Se trata de declaraciones con las que la administración de Alberto Fernández recibe un apoyo de cara al nuevo proceso de renegociación de la deuda en el que se adentra el país, en medio de una economía que se reconoce como debilitada. "El personal del FMI notó que la capacidad de enfrentar el nivel y el servicio de la deuda pública de Argentina se deterioró significativamente", señalaron desde la institución.

Para Marcelo Elizondo, socio de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales, "hay un alineamiento de lo que dice el Fondo Monetario con lo dice el gobierno argentino. Se observa una clara sintonía respecto a que Argentina no está en condiciones de enfrentar los vencimientos".

Visto bueno para una quita

En ese marco, el equipo de Kozack envió un mensaje claro para los acreedores del sector privado. "Se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados, para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad", indicaron.

Entro los economistas argentinos, no hay duda respecto al significado de estas palabras. "Lo que está diciendo el FMI es que tiene que haber una quita, pero no quieren que se la hagan a ellos, sino que la tengan que enfrentar los privados", señala Miguel Boggiano, CEO de Carta Financiera.

En la misma línea, Matías Rajnerman, economista jefe de la consultora Ecolatina, indica que la "colaboración apreciables" a la que se refiere el FMI "es un eufemismo para hablar de quita. Lo que piden es una quita, para que no les toque a ellos".

Desde su perspectiva, al recibir el respaldo de organismo "hace una gran diferencia con 2002, porque indica que la quita no la quiere hacer el gobierno porque sea populista, sino que la deuda en sí es insostenible".

Perspectivas de negociación. Las diferencias entre los economistas transandinos consultados por PULSO surgen a la hora de evaluar el alcance de la negociación. Entre ellos, Boggiano es quien anticipa el panorama más complejo. "Dado que hay mucha deuda que no se puede reestructurar como la del FMI, la quita sobre los privados va a terminar siendo enorme. La reestructuración va a ser muy agresiva, de más o menos 50%", señala.

En una posición algo intermedia está Elizondo, al indicar que "acuerdo, aunque sea por la fuerza, va a haber y a eso está contribuyendo el FMI". En ese marco, estima que esta negociación, "quizá no resuelva el problema del acceso al financiamiento por parte de Argentina".

Más optimista se le escucha a Rajnerman, quien asegura que "si uno se guía por las política que ha tomado el gobierno la negociación podría ser más amigable de lo esperado, con las partes tratando de cuidar el resultado final".

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