Francia y Alemania recortan el impuesto a las tecnológicas en busca de un acuerdo

Amazon and Apple stock prices are shown on an electronic screen at th

Proponen gravar solo ingresos publicitarios, lo que dejaría fuera a Amazon o Apple.


Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) han sido incapaces de nuevo de lograr un consenso para sacar adelante un impuesto a las multinacionales digitales, una propuesta impulsada por Francia y la Comisión Europea que lleva meses encallada en las cumbres ministeriales.

El eje francoalemán ha puesto sobre la mesa una nueva versión de la tasa Google, que rebaja el alcance de ésta al gravar solo los ingresos publicitarios. Además, dan tres meses para pactar dicha tasa, cuando el plazo anteriormente previsto expiraba a final de año.

La propuesta inicial de la Comisión Europea suponía un gravamen del 3% sobre los ingresos digitales de grandes firmas, bajo la sospecha de que éstas desvían beneficios hacia los Estados miembros con menor tributación, como Irlanda. Precisamente esta república lidera la oposición a la tasa, junto al bloque de los países nórdicos (Finlandia, Suecia y Dinamarca).

Austria, que este semestre ostenta la presidencia de turno de la UE, había planteado al resto de socios europeos una propuesta de compromiso que retrasaba la entrada en vigor de este gravamen al 1 de enero de 2022, a la espera de una solución antes en la OCDE. No obstante, hoy el debate se ha centrado principalmente en la nueva idea franco-alemana, que al gravar solo la publicidad rebajaría el alcance del impuesto, dejando fuera por ejemplo a Amazon o Apple.

La propuesta del francés Bruno Le Maire y su homólogo alemán, Olaf Scholz, urge al resto de Estados miembros a adoptar este impuesto "sin retrasos" y como muy tarde en marzo de 2019, para que pueda aplicarse a partir del 1 de enero de 2021 "si no se ha encontrado entonces una solución internacional". Con esta propuesta, el eje francoalemán ya retrasa la aprobación del impuesto, que se preveía para antes de final de año.

En caso de que se logre un pacto global, París y Berlín abogan por que el gravamen europeo expire en 2025. "Es un primer paso en la dirección adecuada, para que en los próximos meses gravar a los gigantes digitales sea una posibilidad", apuntó Le Maire, quien añadió que el impuesto europeo dejaría margen a los países que quieran aplicar una fiscalidad más restrictiva.

En el debate, la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha señalado que el planteamiento de Francia y Alemania se queda "corta de ambición" por limitarse a los servicios publicitarios, al tiempo que ha defendido la necesidad de acordar una "armonización mínima" para que los países que lo deseen puedan ser "más ambiciosos".

El impuesto a las tecnológicas español, aprobado bajo el Gobierno del Partido Popular pero adoptado por el de Pedro Sánchez, sigue los pasos de la propuesta inicial de Bruselas: un impuesto del 3% sobre los servicios de publicidad, intermediación y venta de datos online. Solo afecta a empresas con ingresos anuales totales de, al menos, 750 millones de euros y con ingresos en España superiores a los tres millones de euros.

A su vez, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, ha apuntado que la propuesta de París y Berlín ofrece "un posible camino" para adoptar la tasa digital. También ha asegurado el francés que estará atento a las "preocupaciones" expresadas por una serie de delegaciones y ha pedido continuar con los debates "de manera constructiva".

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