Hemorragia en las bolsas de China: 2.600 acciones se derrumban más allá del límite permitido

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Las medidas del Gobierno para intentar evitar la sangría financiera han palidecido ante el miedo de los inversionistas al coronavirus y su impacto económico.


Tras más de una semana cerradas por el Año Nuevo Lunar, festividad prorrogada para intentar contener el coronavirus de Wuhan, las Bolsas chinas han reabierto hoy sus puertas con un desplome del 9%, cuando descenso máximo permitido es del 10%. 2.600 valores han caído más del límite máximo permitido del 10%. Las fortísimas ventas han alcanzado también al mercado de materias primas, con el mineral de hierro cayendo también un máximo del 8% y el yuan un 1% abajo.

Las medidas del Gobierno para intentar evitar la sangría financiera han palidecido ante el miedo de los inversionistas al coronavirus y su impacto económico. China ha rebajado los tipos de interés e inyectado 150.000 millones de euros en el sistema financiero mediante préstamos a coro plazo (si bien la mayor parte ha sido para cubrir vencimientos), pero la incertidumbre sobre el alcance de la pandemia tiene el mercado casi colapsado.

La autoridad financiera ha restringido las operaciones bajistas y prohibido a los gestores de fondos vender acciones a no ser que sea para afrontar reembolsos de inversores. "Es demasiado pronto para comprar acciones, pero con los límites de caída tampoco se puede vender", resumía a Bloomberg un operador.

La epidemia se ha cobrado ya 360 vidas e infectado a 17.000 personas, la inmensa mayoría en China. Varias provincias (como Gangdong o Shanghai) han prorrogado las vacaciones hasta la próximas semana, mientras Pekín ha aconsejado a los empleados quedarse en casa varios días. Provincias enteras como Hubei están cerradas y las fronteras del país, cada vez en mayor medida.

"Esto durará un tiempo", señaló a Reuters Iris Pang, economista de ING, "No está claro si los trabajadores de las fábricas, o cuántos de ellos, volverán a las plantas. No hemos visto resultados empresariales desde la irrupción del virus. Los restaurantes y las tiendas están teniendo ventas muy escasas". Los economistas anticipan que la factura económica del virus será mucho más alta que la del SARS en 2003.

Así, los precios de las materias primas se han desplomado, ante la previsión de que una economía castigada por el virus demandará menos materiales. Además de la caída del mineral de hierro se han desplomado el cobre o el acero para la construcción, todos con descensos de más del 6%.

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