Índice de Competitividad: Chile mantiene lugar 33 y sigue en deuda en mercado laboral e innovación

Vistas Santiago

Según el diagnóstico del ránking elaborado por el Foro Económico Mundial y la Escuela de Gobierno de la UAI, los mayores problemas de la legislación laboral tienen que ver con la indemnización por años de servicio y en la rigidez para contratar y despedir, y en la adopción de tecnologías de la información.


Legislación laboral y nuevas tecnologías de la información son dos de las principales deudas que mantiene pendiente la economía chilena para avanzar en competitividad.

Ese es uno de los diagnósticos que entregó el índice de Competitividad Global (IGC) desarrollado por el Foro Económico Mundial y la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, y que ubica a Chile en el lugar 33 entre 141 países, es decir, sin cambios respecto del año anterior, en un ránking que lidera Singapur, seguido de Estados Unidos y Hong Kong.

En América Latina, Chile mantiene liderazgo seguido por México (48), Uruguay (54) y Colombia (57). Más atrás se ubican Perú (65), Brasil (71) y Argentina (83), y entre los últimos lugares, Ecuador (90), Bolivia (107) y Venezuela (133).

En este punto, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, afirma que "la diferencia de 15 lugares con el siguiente en Latinoamérica (México) indica claramente que Chile es, con clara distancia, el país más competitivo de nuestra región".

De los cuatro pilares y 12 categorías que mide el sondeo, los principales retrocesos se dan en el Mercado Laboral (que pasa desde 45 al 53), siendo los principales problemas detectados el costo del despido debido a la indemnización por años de servicio (posición 116) y la rigidez para contratar y despedir trabajadores (124).

La otra deuda pendiente es en Adopción de Tecnologías de la Información (cae del lugar 49 al 56), mientras la capacidad de innovación (53) también se mantiene como desafío, ya que la peor evaluación está en la inclusión de la fuerza de trabajo (lugar 88). Otra área deficitaria es en la capacidad de las empresas para adoptar ideas disruptivas (74), mientras que también registra un mal ránking en el pensamiento crítico en la enseñanza (84).

Lo positivo

Chile consolida el primer lugar en estabilidad macro que evalúa inflación y la dinámica deuda-PIB y también mejora en la variable mercado de productos que evalúa complejidad tarifaria asociada a la apertura comercial, donde se ubica en el lugar 10.

El pilar del sistema financiero también recibe una buena evaluación (21), destacando en brecha del crédito (1) y solidez de la banca (4).

También es valorada la solidez de las normas de auditoría e informes (21), el marco regulatorio de la insolvencia (26) y el tiempo para comenzar negocios (32).

Según el decano de la Escuela de Gobierno de la UAI, Chile "mantiene una ubicación significativamente mejor que la de países con similares niveles de ingreso per cápita", destacando como "desafíos de política pública fundamentales para el siglo XXI" los retrocesos en mercado laboral y a la adopción de tecnologías de la información.

En esa línea, el presidente de Sofofa Bernardo Larraín señaló que "es fundamental un ecosistema colaborativo de múltiples actores: Estado, empresa, academia y sociedad civil", calificando como "un llamado de atención" que no haya cambios en la posición de Chile.

Por su parte, el timonel de la CPC Alfonso Swett destaca como positivo que el país se mantenga como líder en estabilidad macroeconómica.

"Chile destaca por su responsabilidad en mantener un sólido equilibrio macroeconómico en las últimas décadas, con una inflación controlada, un gasto fiscal prudente y basado en reglas, una deuda pública razonable y remuneraciones crecientes. Este es un gran activo que no podemos descuidar", enfatizó.

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