JPMorgan advierte de riesgo de cisne negro en cambio climático

sequia
La megasequía ha afectado principalmente a la zona central y norte del país.

Empujaría al planeta a condiciones que no se han visto durante millones de años.


Economistas de JPMorgan han advertido que los modelos estándar de los costes del cambio climático basados en el mantenimiento del statu quo podrían ser erróneos al no incorporar riesgos de "cisne negro", que empujarían al planeta a condiciones que no se han visto durante millones de años.

"Hay muchos puntos de inflexión no lineales en el sistema climático que podrían hacer que las consecuencias económicas del BAU sean mucho más graves", escribieron David Mackie y Jessica Murray, economistas del banco en Londres, en un comentario a los clientes el jueves. BAU, del inglés "business as usual", hace referencia al mantenimiento del statu quo. "Es difícil saber qué resultados climáticos van a darse. Las estimaciones econométricas se basan en pequeñas desviaciones en la media de la distribución de probabilidad".

Mackie y Murray dijeron que, en general, los estudios habituales no solían proporcionar el tipo de cifras que motivaban a los gobiernos a adoptar políticas costosas de mitigación climática ahora.

Hicieron referencia a estudios tales como un documento de trabajo de agosto de 2019 de la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos, el cual señala que un aumento persistente en la temperatura mundial media de 0,04 grados centígrados anualmente afectaría el producto interno bruto mundial per cápita en un 7,22% para 2100.

Riqueza

Dado que los ingresos probablemente serían mucho mayores que en la actualidad para 2100, esa magnitud del daño es "trivial", escribieron los economistas de JPMorgan. Suponiendo un nivel de ingresos de US$100 hoy y un incremento del PIB per cápita del 2% hasta 2100, la diferencia sería entre US$487 y US$453, ilustraron.

"Dado que es probable que la riqueza crezca en los próximos 80 años, incluso con pérdidas considerables de riqueza, las generaciones futuras aún tendrán más riqueza que la generación actual", escribieron Mackie y Murray. "Esto plantea la cuestión de si será posible para los gobiernos impulsar políticas climáticas difíciles sobre la base de pérdidas teóricas".

Pero todo ese análisis puede ser deficiente, indicaron.

"La economía del cambio climático está realmente en los extremos de la distribución de probabilidad y en el riesgo de resultados desastrosos", escribieron.

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