La economía mundial va viento en popa

Imagen referencial de una plataforma petrolera en el mar. Foto: Archivo.

La volatilidad de las noticias está para quedarse, quizás el mejor antídoto al nerviosismo es mirar los fundamentos básicos y no dejarse llevar por el temor del momento, muchos de los cuales han sido pasajeros.


la economía mundial está pasando por un excelente momento, algo muy claro en las cifras y explicitado en mayor detalle en comentarios previos. Como resumen, el crecimiento del PIB per cápita global se estima en cerca del 3% este año, comparado con 1,5% en la serie histórica. Una pregunta interesante podría ser el clásico de los niños: ¿por qué? Entender los elementos que nos han llevado donde estamos es importante por varias razones, pero especialmente porque nos permite analizar las probabilidades de que la bonanza continúe, lo cual a su vez es importantísimo para el cálculo del valor de los activos.

Opino que los fundamentos del buen crecimiento son cinco: la innovación en general, pero especialmente la digital y robótica han permitido aumentos de productividad, aunque no necesariamente bien capturados en las mediciones directas de ésta; China ha logrado sostener un muy importante crecimiento; los EEUU han acelerado su crecimiento en un momento tardío del ciclo positivo lo cual es inusual; Europa ha recuperado su crecimiento y el petróleo tuvo un período de precios relativamente bajos gracias a un shock positivo de oferta.

Pero me concentraré en el gran tema del mercado del petróleo. Con respecto a los otros cuatro factores, se puede indicar brevemente que la evolución de los EEUU y Europa está relacionada a la recuperación de la confianza de los inversionistas y el fin de la crisis, respectivamente, así como en ambos casos el cambio en el mercado del petróleo ha ayudado, tanto simplemente por la baja de precios en países consumidores netos como por la producción directa en el caso de los EEUU. China ha seguido sorprendiendo con un buen crecimiento, más allá de la validez exacta de sus cifras. La innovación, por su parte, no parece detenerse y más bien la preocupación actual es la eventual irrelevancia del ser humano en la producción, una vez que la inteligencia artificial y los robots hagan todo el trabajo.

Con respecto al mercado del petróleo, aunque la misión establecida por la Opep es la de mantener estabilidad en su precio, este objetivo no se ha obtenido históricamente. En términos de economía básica, parte importante del problema es que tanto la oferta como la demanda por este insumo han sido relativamente rígidas, como es fácil comprobar el revisar las estadísticas de cantidad ofrecida y demandada a través del tiempo y contrastarlas con los precios. El cambio radical que está sufriendo el mercado con la entrada de nuevos productores, que no sólo aumentaron la oferta sino que, además, la transformaron en mucho más flexible ante cambios de precio. Esta transformación no está completa, y parte de su avance está en la aplicación de los nuevos métodos extractivos en otros países, como por ejemplo México. Si finalmente este cambio estructural en el mercado se consolida y permite un precio más estable y predecible, debería ser un factor de impulso a la economía mundial.

La volatilidad de las noticias está para quedarse, quizás el mejor antídoto al nerviosismo es mirar los fundamentos básicos y no dejarse llevar por el temor del momento, muchos de los cuales han sido pasajeros.

Economista y estratega para Latinoamérica Principal International

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