La final River-Boca dejará más de US$ 45 millones a Madrid

Boca Juniors, River Plate
Foto: EFE.

El Real Madrid recibirá dos millones y medio de euros por el alquiler del Santiago Bernabéu.


Este domingo, Madrid se convierte en la capital del fútbol sudamericano. Los eternos rivales del fútbol argentino, el River Plate y el Boca Juniors, disputarán el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores. El encuentro, que debía jugarse en el estadio del River, conocido como el Monumental, tuvo que ser cancelado el pasado 25 de noviembre debido a los altercados ocasionados por los ultras del equipo local.

"Este partido es un aguinaldo adelantado para la ciudad que ha sido elegida", asegura el experto en turismo de Esade Josep Francesc Valls, aunque también puntualiza que para recibir este regalo hay que estar muy bien conectados y saber aprovecharlo. No obstante, la celebración de este encuentro en la capital española no ha estado exenta de polémica, ya que entre otras cosas, está considerado un partido de alto riesgo, motivo por el cual se ha tenido que disputar fuera de las fronteras argentinas.

La fecha elegida es otro de los puntos de debate, pues coincide con el puente de la Constitución, el fin de semana del año en el que Madrid recibe un mayor número de visitantes. No obstante, Valls considera que no será un problema, ya que si los hoteles más céntricos se llenaran, se podría disponer de los de las ciudades aledañas. En este sentido, el profesor del IESE Philip Moscoso lamenta que "al celebrarse en temporada alta, no va a poder exprimirse tanto el evento".

Por su parte, el presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid, Gabriel García, explica que "para el puente hay un nivel de reservas del 79,55%, lo que supone un aumento del 6% en comparación con las cifras registradas el pasado año". Para el sábado, la ocupación prevista es del 90%, un porcentaje que cae al 56,5% en el caso del domingo, el propio día del partido, aunque también el que suele registrar una ocupación más baja debido a la finalización del puente. El responsable de la asociación hotelera asegura que las reservas han crecido un 20% gracias al encuentro.

En esta línea, el presidente de la patronal madrileña CEIM, Juan Pablo Lázaro, ha estimado en 42 millones de euros el impacto económico directo del encuentro. Por su parte, el profesor de EAE y experto en el aspecto financiero del fútbol Jaime Fortuño señala que se habla de un efecto que ronda los 25 millones de euros.

"Lo mismo que se obtiene organizando el partido de final de la Champions", compara. En el lado opuesto, Moscoso es algo más prudente y cifra la huella del evento cerca de los 15 millones de euros, pues prevé que muchos de los asistentes van a buscar opciones alternativas de alojamiento, como trasnochar o apurar al máximo con el horario de los aviones, con la intención de mitigar lo máximo posible el desembolso económico.

Los vuelos especiales que ha sacado a la venta Aerolíneas Argentinas refuerzan esta hipótesis. El viaje para los aficionados del River llega a Madrid el mismo día del encuentro a las cinco de la mañana y despega rumbo a Buenos Aires a las dos y media de la tarde del día siguiente. Mientras tanto, la opción para los seguidores del Boca aterriza en el aeropuerto de Barajas a las ocho y cuarto de la mañana del domingo y vuelve en el mediodía del lunes.

Por su parte, el Real Madrid recibirá dos millones y medio de euros por el alquiler del Santiago Bernabéu. Sin embargo, Valls no cree que el club vaya a disfrutar de un gran margen económico. "Los ingresos serán sobre todo en términos de reputación y de marca", comenta. Una idea con la que se muestra de acuerdo Fortuño, para quien más allá de lo económico, el evento también es una cuestión política y social. "Es un beneficio en cuanto a repercusión pública para la ciudad de Madrid, para el Real Madrid como sede, para España y para el Gobierno, que se podrá colgar este tanto", justifica.

Una rentabilidad que no pasará factura siempre y cuando todo se desarrolle sin altercados. "Ser capaces de organizar grandes eventos proporciona una muy buena imagen de marca, pero si algo sale mal el efecto será justo el contrario", advierte Moscoso. Una cuestión que Valls no pone en duda. "En España, este tipo de eventos ya están preparados para que salgan bien, sin problemas de seguridad", asegura.

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