La guerra comercial no detuvo colaboración entre Google y Huawei

Huawei Technologies Co. Unveil P30 Flagship Smartphone
Modelo Huawei P30, uno de los íconos de la firma asiática.

Cuando Huawei anunció su último teléfono inteligente la semana pasada, el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo también compartió otro producto. Track AI promete vincular el software con los dispositivos de Huawei para que los "profesionales no capacitados" puedan diagnosticar afecciones oculares.

Lo que faltó en el anuncio de la empresa china fue el trabajo que desempeñó Google tras bambalinas.

Huawei Technologies Co. creó Track AI usando TensorFlow, un conjunto de herramientas de software de IA de Google. TensorFlow también es de código abierto, por lo que cualquier persona, en cualquier lugar, puede usarlo y Google no puede controlar el acceso.

Sin embargo, un equipo creativo que trabaja con los clientes publicitarios de Google también brindó ayuda de mercadeo a Huawei, según el portavoz de Google, Chris Brummitt. Estos equipos trabajan regularmente con los clientes de Google para "aprovechar al máximo lo que es posible con la tecnología, lo que lleva a ideas como esta", agregó Brummitt, al tiempo que destacó que ningún ingeniero de Google trabajó en el proyecto. Un portavoz de Huawei confirmó la asociación.

La iniciativa Track AI no es una prioridad estratégica principal para ninguno de los gigantes de la tecnología, pero sí resalta las importantes relaciones comerciales que Google ha estado tratando de construir con compañías chinas como Huawei durante décadas.

La inteligencia artificial es un área de inversión importante para ambas compañías, y los diagnósticos de atención médica son uno de los campos más desarrollados para el software de reconocimiento de imágenes.

Sin embargo, la colaboración se produjo en un momento particularmente difícil. Huawei es un paria de la administración Trump por las preocupaciones que podría representar una amenaza para la seguridad nacional y un vehículo para el espionaje de Beijing, acusaciones que la compañía siempre ha negado. Los esfuerzos de inteligencia artificial de Google en China son objeto de duras críticas por parte del ejército estadounidense.

El soporte de Google para Track AI puede estar ligado al gran negocio de publicidad de la compañía estadounidense, que atiende a las compañías chinas que buscan llegar a clientes fuera del país, incluso cuando su negocio de búsqueda permanece bloqueado en el continente. Si bien Google no revela la cantidad de ingresos que genera en China, Asia representó aproximadamente 15 por ciento de los ingresos del año pasado.

Huawei y Google también han trabajado estrechamente en el pasado. Los teléfonos de la compañía con sede en Shenzhen utilizan el software Android de Google y, fuera de China, dependen en gran medida de las aplicaciones de la firma estadounidense, incluidas las de búsqueda, Chrome y Maps. En 2015, el fabricante chino diseñó un modelo de los teléfonos inteligentes Nexus, que Google comercializó en conjunto.

El pasado mes de junio, la amistad corporativa cayó bajo fuego político. Cinco senadores estadounidenses escribieron una carta al director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, diciendo que la asociación de la compañía con Huawei "podría suponer un grave riesgo para la seguridad nacional de EEUU y los consumidores estadounidenses".

Pichai se reunió la semana pasada con un alto funcionario militar y el presidente Donald Trump, quienes han criticado al gigante tecnológico por su trabajo en China.

La política ha hecho poco para impedir el crecimiento de Huawei. La semana pasada, la compañía publicó un aumento de 25 por ciento en las ganancias anuales a pesar de la preocupación por la seguridad de sus productos de red de telecomunicaciones.

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