La nueva vida de Eduardo Morandé fuera del mundo eléctrico

Eduardo Morandé Montt deja definitivamente el mundo eléctrico. El mítico ejecutivo que estuvo 18 años liderando la gerencia general de Metrogas anunció esta semana su renuncia como director de CGE. Su rol en el sector fue relevante cuando Argentina cortó la llave del gas natural que vendía a Chile. En ese momento a Morandé le tocó enfrentar un crítico escenario mientras se esperaba el proyecto GNL Quintero, terminal que se puso en marcha el año 2009 y cuyo primer barco arribó al país al año siguiente.

Pero luego de eso, el ejecutivo siguió ligado a las familias Marín Correa, Pérez Cruz y los Hornauer y fue gerente general de CGE, donde asumió un desafío no menor, pues el exgerente de Metrogas debía revertir los malos resultados logrados en la eléctrica el año 2011. Y al llegar mostró su mano desde el inicio, pues realizó una profunda reestructuración en las gerencias corporativas del grupo y llevó a sus antiguos colaboradores, como Mauricio Russo, en ese entonces, gerente Comercial de Metrogas.

Pero en diciembre de 2014 anunció que dejaría el cargo, lo que se concretó en mayo de 2015, meses después de la llegada al país de Gas Natural Fenosa, hoy Naturgy.

Luego de eso pasó a ser director de la compañía, visitando las oficinas de la eléctrica solo para asistir a los directorios. "Ya estaba alejado de todo. Siempre fue de bajo perfil y ese perfil lo cultivó más después de salir de Metrogas", cuenta un cercano al ex director.

Pero CGE anunció esta semana que Morandé presentó su renuncia al cargo, siendo reemplazado por Rita Ruiz de Alda y con eso cierra un ciclo relevante del mundo eléctrico.

Su permanencia en CGE, cuentan en la industria eléctrica, tenía fecha de vencimiento. De hecho, solo se mantuvo para apoyar al grupo español en la toma de control del holding eléctrico y en los cambios internos y societarios que impulsaron. Esto, porque para los nuevos controladores de la eléctrica, Morandé era el ejecutivo que "más conocía el negocio y los podía orientar para desarrollar esa fase de manera satisfactoria", indica un ejecutivo del sector.

Hoy, Morandé reside en su fundo en las cercanías de Rapel, donde uno de sus hobbies es la pintura. Según cuentan cercanos al director, se hizo cargo del negocio familiar, vinculado con la producción de uvas, las que vende a una conocida viña del país