Lo que inquieta a élite global concluido el Foro Económico en Davos

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Foto:Bloomberg

La economía global no está a punto de quebrar. Sin embargo, los riesgos aumentan y la política es la gran amenaza.

Esa fue la conclusión en una semana en la cual autoridades, inversionistas y ejecutivos de empresas se congregaron en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.

Estos son los titulares al tiempo que la élite global abandona los Alpes:

Desaceleración, no desplome

Hubo optimismo cauteloso de que la economía global no pasa por una recesión. El Fondo Monetario Internacional estableció las pautas al reducir su pronóstico de crecimiento para este año a un 3,5%, cifra que de todos modos es bastante sólida. "Hace un año la gente era casi demasiado optimista", comentó el máximo ejecutivo de Deutsche Bank, Christian Sewing. "Ahora, cuando hablo con la gente, son casi demasiado cautelosos", añadió. En cuanto a lo que eso significa para los bancos centrales, la mayoría los instó a ser pacientes a la hora de aumentar las tasas de interés, aunque los jefes de Wall Street proyectan más alzas de la Reserva Federal.

Preocupación por conflictos comerciales

Las guerras comerciales fueron, como era de esperar, la principal fuente de inquietud. "Parte de la incertidumbre y la inestabilidad que tenemos ahora es que lo que sucede entre Estados Unidos y China es muy importante para el crecimiento económico", declaró Carlos Pascual de IHS Markit. La posibilidad de concretar un acuerdo fue un tema importante de discusión. Lo que también preocupa a los ejecutivos es la probabilidad de que las disminuciones de la confianza y la inversión puedan alterar el camino a largo plazo del crecimiento mundial.

¿Crisis china?

Algunos están más preocupados por las perspectivas sobre China. "El tema más importante en la economía global en este momento es la desaceleración de China", indicó Adair Turner, presidente del Instituto para el Nuevo Pensamiento Económico. De postura alcista después de la expansión anual más débil desde 1990, el vicepresidente Wang Qishan proyectó un crecimiento "sostenible". Líderes empresariales aprovecharon una reunión privada con reguladores chinos para expresar su preocupación por la forma en que se gestiona la economía, mientras que un funcionario dijo que pronto podrían emitirse más licencias para que bancos extranjeros operen en China.

Política

No es sólo el comercio. El director ejecutivo de Credit Suisse, Tidjane Thiam, afirmó que la política es el mayor riesgo para 2019 en medio del creciente populismo. El cierre del gobierno de EEUU tiene un "gran impacto en la economía", expresó David Rubenstein de Carlyle Group. Italia fue advertida por autoridades europeas a raíz de su discurso anti-Unión Europea: "Cambiar Europa es una cosa, destruir Europa es otra", declaró el comisionado del bloque, Pierre Moscovici. En cuanto al brexit, el responsable del Tesoro británico, Philip Hammond, habló de un riesgo "muy real" de que la salida se produzca sin acuerdo.

Nuevo Orden Mundial

Sin la presencia del presidente Donald Trump, el mundo se defendió contra sus ataques al orden internacional. "Una arquitectura global solo funcionará si somos capaces de comprometernos", manifestó la canciller alemana, Angela Merkel. Por su parte, el secretario de Estado de EEUU, Michael Pompeo, aplaudió las alteraciones del statu quo y afirmó que son un "acontecimiento positivo".

¿Demasiados bancos?

Los bancos europeos fueron llamados a consolidarse. El presidente de UBS, Axel Weber, señaló que las fusiones son necesarias, aunque advirtió que aún existen obstáculos en una región todavía fragmentada a lo largo de las fronteras nacionales. "Al final, siempre existe un orgullo nacionalista de tener un campeón nacional o una serie de campeones nacionales", planteó el CEO de Citigroup, Michael Corbat. El jefe de Bank of America, Brian Moynihan, pronosticó más acuerdos en EE.UU. similares al que que creó su firma. La buena noticia es que la mayoría de los bancos está en mejor posición para luchar contra la próxima crisis.

Globalización

En la reunión de este año se abordó ostensiblemente la "Globalización 4.0", o lo que muchos ven como una nueva ola digital en la que los datos y servicios reemplazan cada vez más a los bienes físicos. No obstante, los participantes todavía parecen perplejos sobre la forma de lidiar con la respuesta política negativa acerca de la globalización en los países ricos. "Cuando la gente dice que la globalización no nos beneficia, a menudo dicen la verdad", consignó Ian Goldin de la Universidad de Oxford. Sin embargo, la realidad es que en muchos países en desarrollo "el problema puede ser muy pequeño". En muchos casos, tratar las diferencias requiere coaliciones mundiales que se ven dificultadas por el abandono estadounidense de su papel de liderazgo tradicional.

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