Los emprendedores están esperando una reforma tributaria que les aplane la cancha

Vistas-Santiago-7
Foto: Andrés Pérez

Casi siempre olvidamos que detrás de los impuestos hay personas con sus esfuerzos, anhelos y necesidades. No solo es un tema de equilibrio fiscal, un tema de inversión o de redistribución. De ahí que una reforma tributaria sea una necesidad ciudadana.

Simplificar. ¡Qué desastre! Álvaro, empresario mediano, no pasó el último tiempo dedicado a su negocio, sino a algo que no produce nada: los impuestos. No solo Álvaro perdió, el país también creció menos. Simplificar la maraña tributaria es un imperativo: dejar solamente un régimen general 100% integrado y el 14 ter para pymes, ampliando este sistema a todo tipo de empresas que vendan menos de 100.000 UF y corrigiendo sus errores.

Los cinco registros tributarios que deben llevar las empresas pueden bien convertirse en dos o tres. Hay otras muchas simplificaciones más, como que todo activo de menos de 100 millones de pesos vaya directo a gasto y no se deprecie en el tiempo. Álvaro compró una silla. ¿Para qué Álvaro debe calcular la depreciación de esta por los ¡10! próximos años? Hay también franquicias y regímenes especiales que eliminar.

Integrar al 100%. Por causa de la integración parcial de impuestos, Álvaro paga 39,5% de impuesto, sumando lo que paga su empresa más lo que paga él personalmente. Su amigo y compañero de universidad gana lo mismo y paga 30%. O sea, solo por ser empresario o emprendedor se lo castiga. Volver a integrar 100% es un tema de justicia y de simplificación. No se trata de rebaja de impuesto a los ricos.

El gobierno anterior efectuó el mayor regalo tributario a los ricos. Sí, como lo lee, los supuestos campeones contra la desigualdad otorgaron una gran rebaja de impuestos personales a los dividendos presentes y futuros.

La cifra es un secreto, pero es estimable que las grandes fortunas se ahorraron impuestos por más 3.000 millones de dólares. Quienes dicen que la integración al 100% va a significar 700 millones de dólares de menor recaudación, no consideran que esos 700 millones no van a existir porque los grandes contribuyentes adquirieron el derecho a retirar utilidades por 30.000 MM de dólares, sin pagar.

Bajar el impuesto al ahorro. Bajar la tasa de 27% de impuesto a las empresas es importante para las empresas que necesitan crecer, no para las grandes fortunas. Para ilustrar, si un empresario compra un Ferrari debe sacar la utilidad de su empresa y pagar 35% de impuesto. Más que el 27% que paga si deja la utilidad dentro de la empresa y expande su negocio. Mientras menor sea el impuesto a la empresa, más incentivo a ahorrar, y el ahorro es uno de los motores del crecimiento económico. ¿Y qué es mejor para la sociedad: un mayor incentivo o un menor incentivo a ahorrar?

Con 27% de impuesto a las utilidades, Álvaro tiene menos recursos para expandir su negocio, deberá andar más lento que en los años que esa tasa era más baja. Hasta tenía seleccionados los nuevos trabajadores que contrataría, pero tendrán que esperar.

Reencauzar al SII. Es necesario, también, poner orden en el actuar del SII, quien ha exigido un exceso de declaraciones, no tiene plazo para responderles a los contribuyentes y muchas veces es arbitrario, como cuando ha cuestionado y multado gastos necesarios de las empresas. ¿Cómo no hay un protector del contribuyente? Pero que nadie se confunda. La lucha contra la evasión, todavía muy significativa, debe continuar.

El Acuerdo Tributario del 2014 fue, como alguien dijo, una tregua. Ahora es necesario firmar el tratado de paz, corregir el sistema para que no sea un tropiezo para pymes y emprendedores. El gobierno y la oposición no se pueden restar. Los proyectos y la creatividad de muchos chilenos están esperando empujar a Chile.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.