El gobierno del Presidente Gabriel Boric recibió un duro golpe tras el rechazo a la idea de legislar la reforma tributaria. Ante esto, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, mostró su malestar y se alejó de su rol más enfocado en el área económica para también dar paso a las críticas políticas.

Además, el ministro enumeró ciertas iniciativas que no se podrán llevar a cabo tras el rechazo preliminar a la reforma tributaria: aumento de la Pensión Garantizada Universal a $250.000, la reducción de las listas de espera en los hospitales y el aumento de recursos para la salud primaria, entre otras.

Otro de los argumentos que utilizó el ministro de Hacienda para lamentar el rechazo a la iniciativa es que el grueso del proyecto rechazado estaba enfocado en medidas para reducir la elusión y evasión del pago de impuestos.

Lo que hemos tenido en esta votación es que la ideología se impuso sobre el pragmatismo, la ideología se impuso sobre el diálogo. El Ejecutivo presentó cerca de 90 indicaciones a este proyecto, participó en la tramitación de este proyecto durante ocho meses y antecedió a eso un proceso de diálogo con la ciudadanía. Por lo tanto, quienes simplemente se ampararon en eslóganes, en ideología, son los que hoy, desgraciadamente, se han impuesto en esta votación”, dijo Marcel a la salida de la votación.

En esa línea, y en una mirada más política, Marcel disparó contra quienes no siendo catalogados como oposición clara votaron en contra: “Es una mala noticia para quienes han querido o declaran querer constituir un nuevo centro político, porque han quedado subsumidos en la votación de la derecha política”.

Marcel también, aludiendo a los argumentos para defender la reforma tributaria, destacó que su rechazo es una mala noticia para las mujeres, la clase media, las empresas de menor tamaño y el desarrollo del país.

“Comenzó la celebración por los partidos más a la derecha del espectro político. Estoy seguro, que van a celebrar quienes evadan impuestos y quienes asesoran a los contribuyentes para eludir impuestos, porque van a tener, por lo menos un año completo más, para poder seguir usando los mismos mecanismos de elusión tributaria”, disparó.

Ante este contexto, Marcel agregó a los grupos que se verían favorecidos por el rechazo al reforma tributaria a las personas de mayores recursos y quienes tuvieron reuniones para que la iniciativa no prosperará: “Vamos a tener, seguramente, también una celebración de los grandes capitales, que ya no van a estar afectos al impuesto al patrimonio. Seguramente van a celebrar también los lobistas, que, hasta el último minuto en la tramitación de este proyecto, estuvieron enviando comunicaciones a los parlamentarios, con una serie de afirmaciones que, pese a que las descartamos cada una de ellas, particularmente, a las afirmaciones referidas a los perjuicios a la pyme y a la clase media. Desgraciadamente, muchas veces, por repetir las cosas, al final, de alguna manera, van quedando”.

El gobierno puede insistir con la iniciativa en el Senado o esperar un año para volver a presentar una iniciativa de este tipo. Sin embargo, Marcel apuntó que el paso siguiente de la reforma tributaria no está claro.

“Evaluaremos toda esta situación junto con el Presidente de la República para ver cómo seguimos adelante con la agenda del gobierno”, dijo.

Sin embargo, independiente del camino que opte el Ejecutivo, Marcel apuntó a quienes votaron hoy contra la idea de legislar: “Creo que el hecho de que se haya votado en contra de la idea de legislar sobre una reforma tributaria y todos sus componentes, creo que es un tema de la mayor gravedad política, económica y social”.

Ante este contexto, Marcel apuntó contra quienes valoraron aspectos de la reforma tributaria pero igual votaron en contra. “Sugiere que no se entiende o no se quiere entender el significado de votar en contra de la idea legislar de este proyecto”, señaló.

Sobre el futuro de la reforma de pensiones tras el rechazo a la tributaria, Marcel anticipó un camino similar.

“Creo que seguramente las conclusiones que se estarán sacando del otro lado del espectro político, será que habrá que insistir en la ideología, me imagino yo”.

Finalmente, Marcel cerró su intervención destacando que se perdió la oportunidad de “romper este techo que hemos tenido en materia tributaria durante más de 32 años, después de la reforma tributaria del 90. Romper este techo significaba para el país, en su conjunto, de abrir nuevos horizontes en materia de política social, inversión y de innovación”.