El Mercado High Yield

Muchas empresas que eventualmente serían clasificadas en grado de especulación son considerados sujetos de créditos para los bancos, porque la rentabilidad justifica su riesgo.


AUN cuando el término "high yield" (alto rendimiento) es un eufemismo utilizado en el ámbito de las finanzas para referirse a activos comparativamente más riesgosos, tal situación no invalida que se trata de un mercado atractivo y susceptible de ser administrado profesional y eficientemente, dentro de un portafolio de inversiones. Prueba de ello es que muchas empresas que, eventualmente, serían clasificadas en grado de especulación (bajo categoría BBB-), son considerados sujetos de créditos para los bancos, en particular, porque la rentabilidad justifica su riesgo.

Si lo anterior es correcto, tanto el mercado como las autoridades económicas debiesen aunar esfuerzos para desarrollar un mercado de bonos high yield. Para ello, es menester reconocer la realidad chilena, en la cual los actuales emisores de bonos conforman un grupo demasiado reducido. Si se analizan los préstamos del sector bancario, alrededor de 800 empresas mantienen deuda sobre los 500.000 UF y unas 1.300 sociedades presentan compromisos entre 200.000 UF y 500.000 UF. Dichas cifras son muy superiores al total de emisores de bonos o efectos de comercio, siendo probable que en los segmentos mencionados existan entidades con un riesgo equivalente a BB-. Sin embargo, la gran mayoría de estas empresas presentan necesidades financieras del orden de los US$ 10 millones a US$30 millones y, por lo tanto, les resulta costoso someterse a los requerimientos que el regulador exige a un emisor de bonos. Dicho lo anterior y para reducir los costos de emisión y mantención del título de deuda, tal vez sería necesario generar mecanismos alternativos para la inscripción y transacción de bonos de menor monto, universo en donde es más probable encontrar instrumentos high yield.

En el mercado de high yield, el volumen de emisores es necesario para conformar carteras que permitan gestionar el riesgo (ley de los grandes números) y si a ello se suma que contribuye al desarrollo de las empresas productivas, se justificará el fomento de la autoridad a este tipo de inversión , ya sea vía instrumentos similares a Fogain y Fogape o equivalentes al apoyo entregado a través de sociedades de garantías recíprocas.P

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