El ministro de Economía, Fomento y Turismo, Nicolás Grau, analizó esta mañana la entrada en vigencia del nuevo salario mínimo de $ 400 mil, y cómo ha operado su implementación en el mundo de las pequeñas y medianas empresas, el que incorporaba un subsidio especial para que aquellas empresas que hayan tenido ventas por hasta 100.000 UF en 2021, tuvieran una ayuda para cumplir con la nueva normativa.

En entrevista con Radio Duna, el economista reconoció que la estimación para el alza de los precios que incorporaba el proyecto se hizo con “una inflación esperada distinta” pero destacó lo que, a su juicio, permite a las empresas acomodarse a los mayores precios de la economía

“Las pymes compran insumos, y desde esa perspectiva la inflación los perjudica, pero también venden productos, y desde esa perspectiva parte de los productos también los pueden vender un poco más alto”, explicó Grau.

Así, afirmó que “las pymes, a diferencia de las personas, la inflación les trae costos y beneficios. En cambio, desde el punto de vista de los consumidores, son principalmente costos”.

En su análisis, Grau destacó la incorporación del mencionado subsidio para las empresas de menor tamaño, ya que “desde las perspectivas de las pymes, el aumento de la inflación por sobre lo que nosotros esperábamos significa que, en la práctica, nosotros como gobierno estamos cubriendo no solo la parte real, sino una parte de la inflación”.

Consultado sobre el aumento del apoyo, que incrementará el monto del subsidio en $ 4 mil, pasando de $ 22.000 a $ 26.000 según lo anunciado ayer por el Presidente Gabriel Boric y el propio Grau, el secretario de Estado destacó que el reajuste en caso de una mayor inflación “está incorporado en la ley”.

Y aunque también reconoció que las empresas “incluso pueden perder un poco” con la escalada inflacionaria, remarcó la importancia del mecanismo y cómo se mejoró en medio de la tramitación parlamentaria.

En esa línea, sostuvo que era “justo” reconocer que dicho subsidio “fue una de las cosas que se mejoraron en el Senado, y es justo decirlo porque esta es una política que se acordó primero con la CUT y con las empresas de menor tamaño, y después tuvimos prácticamente unanimidad en el parlamento, lo que se consiguió haciendo algunos cambios”.

También recordó que la propuesta original del Ejecutivo contemplaba un pago por trabajador de $22.000 y que podía llegar a $32.000 recién en enero, “sin un paso intermedio y en el Senado se agregó ese paso intermedio de $22.000 a $26.000 por trabajador, cuando se hiciera este salto desde $ 380 mil a $ 400 mil en el salario mínimo”.

“Lo que se agregó en el Senado mejoró el proyecto y creo que es bueno así reconocerlo”, remarcó Grau.

“Se crearon muy poquititos empleos”

El titular de Economía también abordó las cifras de creación de empleo del segundo trimestre, que comunicó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el pasado jueves, y que reflejaron un alza de solo 4 mil puestos en relación al período inmediatamente anterior.

En ese sentido, reconoció que el ritmo de la economía venía cayendo en la comparación mes a mes pero que eso no se había reflejado en términos laborales.

“A pesar de que la economía se iba desacelerando, todavía se generaban puestos de empleos y el mes que acabamos de tener, es el primer mes en que se ve una desaceleración, se crearon muy poquititos empleos básicamente”, señaló.

En esa línea, remarcó que es “es relativamente natural que la economía se tenga que desacelerar, dado el crecimiento muy por sobre el potencial de la economía que se tuvo el año anterior, tiene que haber un proceso de normalización en la economía, pero aquí hay dos cosas que hay que proteger: el empleo y la inversión”.

Al respecto, afirmó que durante el segundo semestre se dará a conocer una agenda pro productividad y una agenda pro inversión junto al ministerio de Hacienda.

“Que se desacelere el consumo es lo que uno necesita justamente para evitar presiones inflacionarias, y eso es lo que busca el Banco Central -que es el principal responsable de contener la inflación- al subir las tasas de interés. Pero el esfuerzo que debemos hacer como gobierno es, por un lado, proteger a las familias en estos momentos más complejos, y por eso el bono invierno y otras cosas que se están haciendo; proteger la producción y el empleo, y por eso los subsidios a las pymes de diversa índole, por eso la extensión del IFE laboral; y al mismo tiempo, hacer los mayores esfuerzos porque la inversión se mantenga lo más alta posible, y en eso nosotros estamos trabajando en una agenda en conjunto con el ministerio de Hacienda, en una agenda pro productividad y una agenda pro inversión que se va a anunciar durante el segundo semestre”, comentó Grau.

Agregó que las estimaciones para la inversión que ha entregado el Banco Central, de caída del 4,8% y 2,2% en 2022 y 2023, respectivamente, generan preocupación sobre todo por las inversiones locales.

“La construcción es un sector que ha sido especialmente golpeado por alzas de precios, de costos y también por falta de profundidad en el mercado de capitales, en particular del ahorro de largo plazo, y esas cosas las tenemos que abordar para que se recupera esa inversión local”, concluyó.

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