La caída en el consumo que experimenta el mercado local es un diagnóstico compartido por los actores de la industria del comercio y en particular a las grandes cadenas, que se han visto más afectadas por este fenómeno.

El efecto se viene dando desde el segundo semestre de 2018, dijo Bernardita Silva, gerenta de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) y si bien la caída de turistas argentinos fue uno de los factores que golpeó al sector, el efecto ya debiera diluirse de cara a los próximos trimestres por el cambio en la base de comparación.

Este fue uno de los temas que generaron debate en el XXVIII Congreso de Marketing de Icare, realizado ayer en Santiago y en el que, además, se abordaron otros temas, como la confianza en las expectativas económicas. Según Silva, esta sigue deteriorada, lo que va de la mano con el comportamiento del mercado laboral y una masa salarial que si bien no ha bajado, se mantiene estable.

En este punto coincidió Carolina Cuneo, gerenta comercial de GfK, quien explicó que frente a este escenario de incertidumbre son los segmentos más altos los tienen una peor percepción que los más bajos.

Pero hay un indicador más preocupante: el nivel de deuda de los hogares, enfatizó Silva que, a su juicio, coincide con la tendencia a la baja en el consumo.

"El informe de estabilidad financiera vuelve a advertir los niveles de deuda de los hogares y sobre todo deudas de consumo", agregó.

En este contexto aparece el "consumidor consciente" o maduro, que ya no compra por comprar, sino que elige los momentos y busca la mejor relación precio-calidad, y que según explicó Cuneo, corresponde al 68% de los usuarios. "Son procesos más racionales de lo que veíamos antes", comentó. De hecho, según el estudio Chile 3D, el 77% de los consumidores señala que está aprendiendo a comprar y que su decisión hoy es más racional y planificada. Por ejemplo, la compra de lavadoras y cocinas sube en el mismo momento en que bajan de precio.

Aunque este consumidor más maduro también está dispuesto a gastar si se trata de productos de alta gama que cumplen funciones específicas o que entregan algún beneficio, como las aspiradoras robot y los relojes inteligentes o los phablets (teléfonos sobre las 5,6 pulgadas), que son las categorías que más crecen.

La economía digital trajo consigo nuevas categorías de consumo como Netflix, Spotify, indicó Pablo Turner, presidente de AD Retail y director de empresas, pero como el ingreso "no sube a una tasa alta, el ingreso disponible para las categorías tradicionales de consumo está disminuyendo", explicó.

Aunque también cree que el retail "fome", que no ofrece una experiencia de compra y no invierte en ella, podría enfrentar la muerte.

A esta ecuación, Bernardita Silva agregó que hay un área gris, que es la compra en comercios no tradicionales como redes sociales, páginas informales o sitios en el extranjero, sobre los que no hay data disponible.

"Tenemos un mundo de consumo que no tenemos cómo contabilizarlo y necesitamos entender cuánto está pegando (...) Hay un cambio de dónde está comprando la gente", complementó Silva.

Hace seis meses Google Pay aterrizó en Chile y lo hizo a través de una alianza con Falabella, en la que también participa Visa. El desempeño de este acuerdo tiene conforme a la estadounidense.

"Estamos muy contentos con los resultados que tenemos al día de hoy", indicó Edgardo Frías, country manager de Google Chile.

El ejecutivo agregó que la plataforma está abierta a otras entidades financieras que lo quieran incorporar. "Próximamente habrá noticias, hay un par de otros partners que también están trabajando para que adopten Google Pay y sea una mejor experiencia para el usuario a la hora de hacer los pagos", sostuvo Frías.

El acuerdo con Falabella consiste en asociar la CMR Visa a la aplicación Google Pay y poder pagar las compras con el móvil.TF