¿Qué nos dice el FMI?

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Estimamos que la última actualización del FMI se queda rezagada, pues si bien los datos de crecimiento aumentarán en el segundo semestre por las bases de comparación menos exigentes y una posible aceleración, es poco probable que dicho repunte sea lo suficientemente rápido para alcanzar una expansión sobre 3%.


Un crecimiento de la economía mundial "todavía lento" es lo que destaca el FMI en la actualización de su World Economic Outlook (WEO), lanzado esta semana en nuestro país. Si bien la proyección para 2019 sufrió una leve corrección a la baja -desde 3,3% hasta 3,2%-, detrás hay un ajuste relevante en las perspectivas para los mercados emergentes, que avanzarían 4,1%, en vez del 4,4% proyectado en el WEO de abril. Aunque el deterioro es generalizado -con ajustes sustantivos en India y Rusia y algo menores en China-, el mayor recorte lo sufren los países latinoamericanos, con Brasil y México liderando las caídas. Por su parte, las economías avanzadas se ven algo mejor que en abril, principalmente por EE.UU., con un crecimiento esperado de 1,9%.

Para nuestro país, la proyección fue revisada a la baja hasta 3,2% (3,4% en abril), por sobre lo que estima el mercado (2,8% en la última Encuesta de Expectativas Económicas), pero en línea con lo previsto por el Ministerio de Hacienda. Estimamos que esta actualización se queda rezagada, pues si bien los datos de crecimiento aumentarán en el segundo semestre por las bases de comparación menos exigentes y una posible aceleración, es poco probable que dicho repunte sea lo suficientemente rápido para alcanzar una expansión sobre 3%.

Por otra parte, el reporte mantiene una visión relativamente optimista para 2020, con una recuperación generalizada de la actividad. Sin embargo, los riesgos están sesgados a la baja, toda vez que aún está pendiente la resolución del conflicto comercial, al tiempo que las tensiones políticas en distintas regiones del planeta se mantienen elevadas.

Más allá de las proyecciones, quizás uno de los aspectos más importante del reporte conocido esta semana es el llamado del FMI a reforzar las instancias multilaterales, de modo de canalizar adecuadamente cierto descontento que se ha producido con la globalización, reflejado en las disputas comerciales y en el rechazo que hoy exhiben distintos procesos de integración. Esto va más allá de los temas comerciales y se extiende a otros ámbitos donde la cooperación internacional debe reforzarse, como el combate contra el cambio climático, la evasión tributaria internacional y una adecuada regulación financiera. Los desafíos son grandes. Esperemos que los liderazgos mundiales estén a la altura.

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