El paso que debe dar la industria de fondos mutuos


En la última década, la industria de fondos mutuos ha tenido un extraordinario desarrollo. Ha duplicado el número de participantes y el patrimonio promedio efectivo total bajo administración. Hoy llega a representar el 22% del PIB nacional, con una oferta de más de 2.800 estrategias de inversión diferenciadas.

Nuevos clientes cada vez más sofisticados, nuevos productos financieros y nuevas regulaciones han transformado la industria. Sin embargo, quedan otras cosas que se mantienen y que podrían mejorar. Un ejemplo de eso es, el Sistema Único de Precios (SUP) para la valorización de instrumentos.

Para explicarlo, hay que remontarse al año 2006 cuando la Superintendencia de Valores y Seguros (hoy CMF), luego de revisar la propuesta entregada por la Asociación de Administradoras de Fondos Mutuos de Chile, emitió el oficio 02619.

En el cual se establece el Sistema Único de Precios, referido a un sistema diario de valorización para los instrumentos de renta fija e intermediación financiera del mercado nacional, argumentando "los positivos efectos que resultan de la homogeneidad en la valorización de instrumentos objeto de inversión de los fondos mutuos".

Durante ese año se eliminaron las diferencias en la valorización, promoviendo la inversión y el ahorro en base a las estrategias de inversión de las distintas administradoras de fondos mutuos, no en función de la política de valorización de estas.

En ese sentido, el SUP fue un gran avance y una medida de autorregulación muy importante por parte de la industria. Debido a que en aquella fecha existía un solo proveedor de precios el modelo de valorización instruido por el regulador consideró solo a aquel proveedor.

Con la entrada en vigencia de IFRS, el SUP perdió su vigencia. Este modelo contable plantea que los activos deben ser contabilizados a fair value (valor razonable), que la responsabilidad de la valorización de los instrumentos financieros es del administrador y que se pueden usar proveedores de precios externos como apoyo en dicha labor.

En palabras simples: en la actualidad no hay restricción alguna por parte de la autoridad para que los fondos mutuos utilicen precios de distintos proveedores. No obstante, el sector sigue autorregulándose de la misma forma y mantiene un solo proveedor, pese a que hoy existe otro actor en el mercado, como es el caso de LVA Índices.

Mercados financieros desarrollados como Estados Unidos y Europa, que son referentes para Chile, operan con multiples proveedores para salvaguardar el deber fiduciario de los FFMM de valorizar a fair value.

La duda que surge es ¿por qué la industria de fondos mutuos chilena no ha optado por el camino de mayor transparencia que desde hace un buen tiempo han adoptado los principales mercados internacionales?

Esa duda resulta más inexplicable aún si desde fines de 2015 existen otras industrias del mercado financiero chileno que utilizan un promedio de dos proveedores para valorizar sus carteras de renta fija.

La industria de fondos mutuos chilena está en un momento propicio para seguir avanzando en materia de transparencia, apertura y competitividad, poniéndose a la par de lo que ocurre en los mercados más relevantes a nivel mundial.

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