Pasó la primera prueba del mercado

La tensión inicial comenzó a perder fuerza en el mercado financiero, lo que fue nítido en la cotización del dólar-peso.


La categórica victoria del Apruebo hizo que los analistas previeran ajustes a la baja en los precios de los activos –bolsa, bonos, dólar- debido a que son un termómetro de lo que pasa en la economía real y en la política. Si bien estaba internalizada una derrota, los pronósticos de los analistas apuntaban a un 70%/30%, y no al resultado efectivo que acercó el Apruebo al 80%.

Las primeras transacciones de la mañana ratificaban este pronóstico, con un dólar casi $5 arriba hasta $782,5, mientras que el IPSA comenzaba con un descenso superior a 1%. No obstante, esa tensión comenzó a perder fuerza. El alza del dólar se desvaneció e incluso cerró un ligero retroceso. Desde los $776 a los $775. Las acciones chilenas también moderaron su retroceso hasta 0,5% durante el día, sin embargo, el índice bursátil terminó por acoplarse a las bolsas estadounidenses que retrocedieron fuerte por el rebote del covid y las dificultades para alcanzar un acuerdo para el plan de estímulo. La bolsa chilena bajó 2,68%, mientras el Dow Jones un 2,75% y el S&P500 un 2,19%. Por lo tanto, no es posible afirmar que el plebiscito tuvo algo que ver en la caída.

Así, el test ácido del mercado al plebiscito se podría decir que fue aprobado, más allá de lo que pueda suceder hoy martes. Porque el amplio resultado vino acompañado por una participación relativamente alta para los parámetros de voto voluntario, en un contexto de paz en comparación con el estallido social. Ambos factores son elementales en la ecuación para los inversionistas.

Este último elemento –la violencia- será central para que la incertidumbre no se esparza como un virus entre los inversionistas.

La otra variable clave para sostener esta relativa tranquilidad entre los inversionistas es lo que suceda en abril con la conformación de la convención constitucional. Los equilibrios entre las fuerzas políticas será clave para garantizar que los cambios se discutirán con altura de miras.

Y lo que se conoce hasta hoy a través de las encuestas –que dicho sea de paso estuvieron certeras, rompiendo la seguidilla de sorpresas- es que dicha conformación estará relativamente equilibrada. Cadem publicó que el 34% quiere votar por un independiente, un 11% de partidos asociados a la DC, PS, PPD y PR. Igual porcentaje dice que optará por candidatos de Chile Vamos. Luego baja a 6% para opciones del Partido Republicano de José Antonio Kast y el PC y el Frente Amplio sendos 4%.

De darse esos números, no parece algo muy extremo, pero la duda existe en relación a qué tipo de independientes se elegirán. Esa duda es la que los bancos de inversión de Wall Street plantearon ayer que publicamos en la edición papel de Pulso.

Por ahora, todo está en relativa calma. Como referencia, el día posterior al plebiscito de 1988 el IPSA se contrajo 16,7%. En ese entonces primó el temor a lo desconocido. Pero las cosas se hicieron bien, y la bolsa al poco andar tuvo ganancias relevantes una vez que se disminuyó esa

incertidumbre. Ahora estamos en ese trayecto y es de esperar que las certezas lleguen lo antes posible, para poder recuperar los empleos perdidos por la pandemia.

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