¿A quién le importa que falten billetes de $1.000 y $2.000?

Banco Central Intervención
FOTO:FRANCISCO FLORES SEGUEL/AGENCIAUNO

Hace pocos días en este diario se daba cuenta que el Banco Central le había solicitado a los bancos que disponibilizaran también billetes de $1.000 y $2.000 en sus cajas y cajeros automáticos (ATM). Parece un problema extraño, sacado del siglo pasado o que sólo podría darse en otras latitudes, sin embargo, ocurre hoy en Chile.


Hace pocos días en este diario se daba cuenta que el Banco Central le había solicitado a los bancos que disponibilizaran también billetes de $1.000 y $2.000 en sus cajas y cajeros automáticos (ATM). Parece un problema extraño, sacado del siglo pasado o que sólo podría darse en otras latitudes, sin embargo, ocurre hoy en Chile.

Si consideramos que los ATM se han mantenido en unos 8.000 estos últimos 6 años, a pesar del crecimiento de las necesidades, concentrándose en las grandes ciudades, y en los sectores de mayores recursos, resulta problemático que para la gran mayoría se le haga cada vez más difícil obtener efectivo de baja denominación para hacer sus compras y pagos.

Las pocas redes de ATM existentes en Chile están interconectadas y todos los emisores prestan los mismos servicios, por lo que a los emisores no les afecta que sus clientes tengan cada vez más problemas para acceder al efectivo con los billetes requeridos.

Esto se agrava por la concentración -única a nivel mundial- que existe en el mercado de la adquirencia en Chile, que ha redundado que en la mayoría de los comercios de barrio no dispongan de dispositivos para recibir pagos con tarjetas. Esperamos que este año empiecen a operar otras redes de adquirencia: Santander, BCI, BancoEstado y Multicaja.

Parte de la solución es que mediante la corresponsalía bancaria algunas redes también permiten que los tarjetahabientes puedan hacer giros en efectivo en los miles de comercios de barrio habilitados, sin tener que buscar un ATM que funcione, que no haya cola y que tenga billetes de baja denominación. Esto permitiría a los bancos complementar las redes de ATM y de sucursales bancarias sin tener que invertir y a costos por transacción bastante menores que los actuales. Sus clientes también podrán depositar efectivo en estos comercios y su saldo se actualizará en línea. La comodidad de hacer el depósito en este comercio es muy superior a tener que desplazarse a una sucursal bancaria en los días y horarios en que atienden.

Espero que el estallido social ayude a que los principales actores institucionales se sensibilicen e impulsen una modernización simple a través de la corresponsalía con la totalidad de los bancos y la competencia de redes de adquirencia, cuestiones que les convienen a todos los chilenos e incluso a la Banca. Esta es una modernización disponible que no implica grandes costos ni sacrificios, que no ofende a nadie y que ayuda al día a día de muchos en cada rincón del país.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.