Santander recorta proyección de crecimiento para Chile en 2019 tras débil inicio de año

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La entidad prevé que la economía chilena registrará una expansión de entre 2,5% y 3% frente al 3% pronosticado anteriormente y que el Banco Central podría bajar la tasa de interés a partir del cuarto trimestre.


Ad portas de que el Banco Central de a conocer este lunes su actualización para las proyecciones de crecimiento, Santander redujo su proyección para la expansión de la economía este año a un rango de entre 2,5% y 3% desde el 3% estimado previamente. La cifra es inferior al centro del rango de aumento de entre 3% y 3,5% previsto por el gobierno, y de entre 3% y 4% de la última previsión del instituto emisor.

"Si bien hay indicios de una cierta mejoría en el mercado laboral y perspectivas aún favorables para la inversión, está por verse cuánto impactará a nivel local la mayor incertidumbre del escenario externo y la caída reciente de los términos de intercambio. Lo anterior, sumado al lento inicio del año, nos llevan a estimar que el crecimiento de 2019 se ubicará entre 2,5% y 3%", dijo Santander Estudios en un informe dado a conocer este viernes.

En cuanto a la trayectoria de la tasa de interés la entidad estimó que "el próximo Ipom de junio (del Banco Central) dará cuenta de nuevos parámetros estructurales que mostrarán mayores holguras en la economía y un menor impulso monetario. Esto, sumado a una posible revisión a la baja para el crecimiento de este año –a un rango de 2,75% - 3,5%– dará sustento a reducciones en la Tasa de Política Monteria a partir del cuarto trimestre".

En su informe Santander sostuvo que las cifras de Cuentas Nacionales del primer trimestre del año —conocidas durante mayo— mostraron una débil expansión anual del PIB de solo 1,6%, por debajo del 1,8% implícito en los Imacec. "Más allá de efectos puntuales en la minería, la cifra de actividad mostró una desaceleración en varios sectores y un crecimiento menos robusto del que se esperaba en la inversión. Por su parte, si bien el consumo mantuvo un cierto dinamismo, se observó un cambio importante en su composición, con una fuerte moderación del consumo de bienes y un repunte del de servicios", indicó.

Agregó que los antecedentes disponibles para el segundo trimestre muestran que la actividad sigue rezagada. El Imacec de abril se expandió 2,1%, con una recuperación parcial de la actividad minera luego de la merma en los primeros meses del año, y un ritmo moderado de los sectores no mineros (2,1% a/a; 0,3% m/m) cuya velocidad de expansión anualizada se ubicó en 2,3% t/t en el trimestre terminado en abril, por debajo del crecimiento tendencial de la economía.

Comercio y manufactura

Esto implica, sostuvo, que en la primera parte del año las holguras de capacidad han vuelto a abrirse. Detrás del magro dinamismo de los sectores no mineros está el lento crecimiento de la industria manufacturera y el comercio, incididos por el debilitamiento del ciclo global, un mercado laboral débil y un deterioro de las expectativas a nivel local, afirmó.

La producción manufacturera de abril tuvo una caída de 1,4%, en tanto que las ventas minoristas retrocedieron 0,8%, la cifra más baja desde diciembre de 2014. Las ventas de bienes durables continúan lastrando el desempeño del comercio minoristas, fuertemente influenciadas por las caídas en las ventas vehículos nuevos que retrocedieron 6,8% interanualmente, añadió.

"El lento crecimiento de las ventas minoristas refleja la moderación que viene exhibiendo el consumo de bienes desde hace ya varios meses. Detrás de este fenómeno está el rezago que se observa en el mercado laboral, el que no solo ha impactado en el ingreso de los hogares, sino que también ha incidio en la confianza, la que se encuentra en zona pesimista hace casi un año, marcando un mínimo de casi dos años en mayo. Con todo, en los último meses se ha observado un cierto repunte en los salarios que podría revertir esta situación e impulsar el consumo hacia delante", sostuvo.

Por el lado de la inversión, afirmó que los últimos antecedentes son mixtos. Las importaciones de bienes de capital siguen estancadas y las expectativas empresariales volvieron a retroceder en mayo, y se ubican en terreno negativo al excluir al sector minero. Por el contrario, las cifras del catastro de la Corporación de Bienes de Capital del primer trimestre mostró una alza en los proyectos de inversión con cronograma definido, tanto para este año como para los siguientes cuatro (ver recuadro). La concreción de este gasto de capital será uno de los factores que debiesen dinamizar la actividad en la segunda parte del año, señaló.

Los indicadores adelantados de mayo apuntan a un crecimiento que se mantendrá acotado. Más allá de la caída del IMCE, los datos de comercio exterior fueron bastante débiles (exportaciones: cayeron 2,3% a/a e importaciones bajaron 1,7% a/a), y la generación eléctrica crece a un ritmo bajo (1,2% en las macro zonas centro y sur; 0,7% a/a en el norte grande vs. cae 0,4 y 4% a/a, respectivamente en abril). Así, estimamos que el Imacec de mayo se habría ubicado algo por debajo de 2,5%, afirmó.

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