¿Qué se espera de la banca en esta crisis social?

De la banca chilena aprendí su profesionalismo, eficiencia y la meritocracia, como también que en estos más de 37 años, ha sido el motor de la economía, apoyando el surgimiento y crecimiento de sectores como: retail, inmobiliario, salmonero, minería, educación y otros, conllevando lo anterior al desarrollo de muchas pymes proveedoras de estas empresas. Pymes que hoy generan más del 80% de la fuerza laboral del país y sobre el 70 % de los impuestos que se recaudan, sector que hoy está profundamente dañado con los acontecimientos después del 18-O donde muchas han visto disminuida sus ventas, incluso llegando a caídas por sobre el 60% , lo que sumado a una proyección del PIB para este año entre el 0,5% y el 0,8%, erosionará más aún el consumo y el desempleo

Entonces bajo este escenario, ¿qué esperamos de la banca? Nuestros bancos hoy y por muchos años, han sido el orgullo de Chile, admirado en todo Latinoamérica y en el mundo entero. Por eso, un líder regional debiera más que nunca, empatizar con el dolor de sus clientes, analizar con calma la situación de cada uno de ellos, sus realidades y temores. Pero también sus sueños. No debemos equivocarnos, son los clientes, quienes con el pago de los intereses, comisiones y otros gastos, pagan los salarios de cada uno de los ejecutivos del sistema financiero.

Muchas de estas "empresas clientes" presentan un buen comportamiento de pago de sus deudas, con socios comprometidos en sus negocios avalando sus créditos y poniendo al ruedo sus patrimonios personales, empresarios que sus compañías lo son todo, su vida, sus esfuerzos y sus sueños, habiendo sacrificado familia y descanso. Sin el apoyo de la banca, muchos de ellos sucumbirán sin más remedio. Por eso es importante que los gerentes de estas instituciones comprendan la relevancia de sus decisiones, cuyas consecuencias serán irreversibles, afectando a muchos trabajadores y dueños de empresas.

La banca chilena se encuentra en una buena posición económica-financiera. Así entonces, aplicar una política de riesgo de crédito dura no debiera ser el camino y peor aún, podría profundizar aún más la crisis social. Chile está orgulloso de su sistema financiero que tanto trabajo ha significado lograr los estándares que hoy exhibe, pero estos resultados se lograron a los miles de emprendedores, empresarios pequeños y grandes que día a día han puesto el hombro a las dificultades de hacer empresas y que han sabido honrar sus obligaciones financiera con sus bancos, quienes hasta ahora han sabido apoyarlos. Entonces, tenemos que converger en la idea que los bancos y los empresarios son uno, donde la confianza y esfuerzo marcaran sus destinos por siempre.