Uruguay va contra la tendencia mundial y endurece su política monetaria

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Ante una inflación que se acerca a los dos dígitos pese al impacto de la pandemia en la economía.


El banco central de Uruguay endureció la política monetaria ante una inflación que se acerca a los dos dígitos pese al impacto de la pandemia en la economía, contrarrestando la tendencia mundial de tasas de interés ultrabajas e impresión de dinero por parte de muchos bancos centrales.

El comité de política del banco, que quiere ajustar la oferta monetaria como principal herramienta política, estableció el jueves su objetivo de crecimiento de M1’ para el segundo trimestre a un rango de entre 3% y 5%, frente a entre 6% y 8% en el trimestre anterior, dijo el banco en el primer comunicado de política con el economista Diego Labat al frente de la institución.

Ese objetivo es coherente con una reducción de la inflación, que en marzo era del 9,16%, dentro del rango del 3% al 7% durante los próximos 24 meses, dijeron los responsables políticos. El comité señaló que la reciente caída del peso está ejerciendo presión sobre los precios de bienes comerciables.

Tras registrar un crecimiento de un nimio 0,2% el año pasado, el Fondo Monetario Internacional ahora espera que el PIB se contraiga un 3% en 2020. El coronavirus provocó que la economía se enfrentara a un proceso de contracción en la segunda mitad de marzo, dijo el banco.

En ausencia de una política monetaria laxa, el banco central ha tratado de evitar una posible crisis crediticia al dar a las entidades de préstamo un mayor margen al prorrogar los vencimientos de los préstamos en hasta 180 días y reducir los requisitos de reserva en depósitos en moneda local a fin de liberar dinero para préstamos, entre otras medidas.

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