Vicepresidente ejecutivo de Corfo, Sebastián Sichel: "La economía circular requiere de dos brazos: el regulatorio y el de fomento al emprendimiento"

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El timonel de Corfo explica cómo el nuevo fondo en economía circular es un paso a los cuatro pilares que tendrá esta entidad. Además, Sichel cree que el incentivo en esta área contagiará a las grandes empresas, la academia, los capital ventures y a la banca.


Trabajar en un Chile más circular. Esa fue la misión que le dio el Presidente Sebastián Piñera al Ministerio del Medio Ambiente. Pero la orden saltó hasta Moneda 921 y aterrizó también en Corfo. Por eso, ambas entidades lanzaron hace pocos días el programa Prototipos de Innovación en Economía Circular, un hito en Chile y América Latina.

Pero la tendencia de que los desechos se recuperen y se revaloricen reinyectando nuevos productos al sistema económico, es sólo la punta del iceberg de un cambio radical en que está empeñada esta entidad. Una especie de experimento. "La idea nace de dos tipos de conversaciones que hemos tenido desde que asumimos esta gestión", dice Sebastián Sichel, vicepresidente ejecutivo de Corfo, y continúa: "la primera es que invertimos recursos de los chilenos en fomentar el emprendimiento e innovación, por lo tanto no es indiferente donde se ponen; y la segunda, es que esos recursos tienen que estar donde generen más externalidades positivas. Y la Economía Circular logra ese círculo virtuoso, por eso será un pilar fundamental".

¿Qué seguirá después de la economía circular?

-Vamos a generar tres pilares estratégicos más de aquí al 2022: Economía Asociativa, Economía Naranja y Economía 4.0.

¿Cuál es el perfil que buscan para los fondos de economía circular?

-No estamos buscando sólo proyectos para gestionar los residuos (hay muchas iniciativas medioambientales en esa línea), sino que estos, además, sean incorporados a los procesos económicos. Por otro lado, tienen que ser iniciativas innovadoras que provoquen un impacto. Y por último, que sean emprendimientos.

No nos interesan innovaciones que no generen réditos para quienes están armando los proyectos. Pero lo importante es que elegiremos a quienes logren mayor revalorización de los recursos. Para hacerse una idea, hoy en Chile los desechos son revalorizados, en US$ 0,4 y el promedio de la Ocde son US$4.

En ese sentido, este fondo iría muy en la línea con la Ley de Reciclaje (REP).

-En realidad, gracias a la REP y la ley de prohibición de bolsas plásticas, nos dimos cuenta que la Corfo tenía que estar en ese cambio. Ahí nace la idea. Toda esta regulación apunta hacia la economía circular, pero no teníamos ningún instrumento de fomento en esa área. De hecho, somos los primeros de Latinoamérica que reaccionamos tan rápido desde la perspectiva del fomento. Hicimos una apuesta: la economía circular requiere de dos brazos: el regulatorio (que ya está) y el de fomento al emprendimiento, que pone más valor en la economía.

Pero ¿por qué no nació como una línea de StartUp-Chile mejor? ¿No se canibalizan ambas áreas?

-No se canibalizan para nada, porque este es el primer paso de muchos. Lo que viene en la Corfo de aquí al 2022 dice relación con entender todo como sistemas de aceleración. Ahora solo estamos viendo la punta de la lanza.

¿Y cómo será el resto de la lanza?

-Desde el próximo año vamos a ver tres programas nuevos: "Impacta", "Acelera" y "Viaje al Emprendedor". La idea es multiplicar la lógica de las startups, pero en otros subsistemas. Por eso, comenzamos armando un instrumento específico que, además del fomento, nos permita testear cuánto de este interés hay en nuestra economía.

Una especie de laboratorio…

-Se podría decir que sí, pero lo que buscamos es acelerar los procesos. Estamos apostando en estos primeros seis meses del año a testear cómo son estos mercados.

No sabemos la masa crítica de emprendedores que hay, sólo que existe y que es un desafío país gigantesco.

¿Y cómo esperan que le vaya a este nuevo instrumento?

-Estamos absolutamente confiados que bien. De hecho ¡El lanzamiento fue increíble!

Era de esperarse. Está muy de moda la economía circular.

-Claro, pero es más que eso. La Corfo del siglo XX realizaba política de fomento industrial. La Corfo del siglo XXI, primero, amplía la base de la economía con miles de emprendimientos, para luego agrega valor a través de la iniciativa privada. Antes, la economía circular se veía como algo naif, muy ecológico y medio hippie. Pero cuando vemos que al 2020, la Comunidad Europea se ahorrará €640 mil millones gracias a la implementación de economía circular, es fácil darse cuenta que no es sólo un proceso ambiental, sino económico.

¿Cómo ha sido la recepción por parte de las grandes empresas, tomando en cuenta que muchos proyectos pueden ayudarle a sus problemas de residuos?

-Están muy interesadas. Habían varias en el lanzamiento y también me han llamado muchas. Ya hemos tenido conversaciones con la CPC y otros gremios. Creo que esto podrá escalarse a través de encuentros y ver a grandes empresas que incorporen estas ideas. Por eso, insisto, es un sistema.

Para evaluar estos proyectos se necesitan profesionales que entiendan de economía circular. ¿Cómo lo harán al respecto?

-Nuestra gerente de Innovación, Rocío Fonseca, está armando equipos para diseñar un comité técnico de evaluación para traer especialistas.

¿Armarán una unidad especializada en Corfo?

-El próximo año tendremos una unidad especializada en economía circular. Lo mismo haremos con los otros tres pilares : Economía Asociativa, Economía Naranja y Economía 4.0. La idea es que sean capaces de prestar servicios transversales a Corfo. Pasar de la lógica de la apuesta por sectores a apostar por los grandes desafíos de Chile.

O sea, ¿dejar de lado la lógica de los clúster, que fue tan característica de la administración anterior?

-No. Seguiremos trabajando por sectores, pero cada uno tendrá los cuatro pilares. No es reemplazar, sino, dar un paso más adelante.

¿Qué otros sectores podría impactar este fondo?

-Además de los emprendedores y grandes empresas, esperamos que la academia empiece a mirar cada vez más a la economía circular como una línea de desarrollo y transferencia tecnológica. Por último, mi sueño es que los capitales de riesgo vean en esto una oportunidad de inversión. La falta de este tipo de entidades es la gran pata coja de nuestro sistema de innovación.

¿Y la banca? ¿También podría entusiasmarse?

-El capital bancario es muy conservador y tiende a invertir en sectores tradicionales y economías lineales. Y como estamos poniendo harta plata, ojalá que la banca vea también una oportunidad para invertir en economía circular.

¿Pero tiene una idea del impacto que pueda tener el fondo?

-Estamos apostando apoyar entre 10 a 20 proyectos al principio, pero el nivel de expectativa que se ha generado es realmente impactante. Creíamos que al evento de lanzamiento llegarían unas 10 personas y tuvimos el Salón Rojo abarrotado. De hecho, es el evento más masivo que hemos tenido en la Corfo este año, además de ser el más compartido en nuestras redes sociales.

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