El rol de la firma electrónica en el desarrollo de la economía digital

ELIMINA la necesidad de enviar y manejar documentos físicos con firmas manuscritas, disminuye los gastos de impresión, transporte y personal, generando un impacto directo en los costos totales y optimizando considerablemente los tiempos de respuesta. La firma electrónica avanzada promete agilizar procesos administrativos e incluso potenciar el desarrollo de la economía digital.

La firma electrónica tiene el mismo propósito que una firma manuscrita en un documento: es una prueba práctica y legal de que una persona que firmó un documento, efectivamente lo hizo y, de hecho, lo leyó y/o escribió. Además, demuestra que el documento presentado es el mismo que el firmado. En ese sentido, la firma autentifica a la persona, un documento y además, expresa la aprobación del contenido.

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También ofrece mayor seguridad que su versión no digital al resolver el problema de la manipulación y suplantación de identidad en las comunicaciones digitales. "Provee garantías adicionales y evidencia el origen, identidad y estado de un documento electrónico (PDF, XML), transacción (e-commerce) o mensaje (correo electrónico), además de reconocer el consentimiento informado del firmante, que queda identificado, validando y asegurando legalmente. Por ello, una firma electrónica puede ser usada con cualquier tipo de mensaje, encriptado o no, permitiendo al receptor estar seguro de la identidad del emisor y que el mensaje llegó intacto", dice Juan Luis Núñez, gerente general de Fundación País Digital.

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Incluso, dificulta al emisor negar haber firmado algo, ya que la firma electrónica es única y une tanto al documento como al emisor.

En el mundo digital hay dos tipos de firma: "una simple, que es la que los usuarios usan a diario, al aceptar términos o condiciones de un sitio web o al descargar un app y la avanzada, que requiere el uso de un token. Más allá de que tiene características inviolables, uno de los aspectos positivos es que tiene un tremendo significado para el desarrollo de la economía digital, validando quién está detrás de la pantalla", dice Emilio Davis, gerente de informática del sistema de pago Khipu.

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¿Qué potencial tiene?

La firma electrónica ya es un hecho en múltiples países, donde posee la misma significancia que la versión manuscrita. La firma electrónica y firma electrónica avanzada, poseen un potencial excepcional en la agilización de los procesos administrativos, tanto para el Estado como para las empresas, como así también para los ciudadanos, representando un mejoramiento de la calidad de vida de estos últimos. Esta puede ser usada de forma segura al operar de forma electrónica online en un negocio, como en una transferencia electrónica, o al realizar operaciones al extranjero.

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Un ejemplo práctico a futuro, sería observar la ficha clínica de un paciente cuando se está en el extranjero, bajo cierta condición médica. Otro ejemplo, sería el uso de la firma electrónica tanto por las notarías como los conservadores de bienes raíces, lo cual permitiría agilizar la gestión documental de manera importante. En el Gobierno, una de las medidas de la Agenda Digital actual es incrementar el uso estandarizado de la firma electrónica avanzada en los servicios públicos, tanto en procesos internos de gestión, como para realizar acciones con otras instituciones. Así, otro gran desafío del Estado, la interoperabilidad entre instituciones, se beneficia directamente al usar la firma electrónica avanzada.