Columna de Opinión de Macarena Chepo: “Migración, cambio climático y salud”

Foto: AP

El cambio climático es una de las grandes amenazas que enfrenta la humanidad en la actualidad. Las consecuencias asociadas, como los fenómenos meteorológicos extremos, aumento del nivel del mar, crisis hídrica, entre otros, impactaran profundamente en el crecimiento económico, en la inseguridad alimentaria, las condiciones de trabajo, falta de acceso a recursos naturales, entre otros.

Si bien Chile es responsable del 0,25% de las emisiones globales responsables del calentamiento global, es catalogado como un país vulnerable al impacto de este fenómeno, ya que cumple con siete de las nueve condiciones definidas por la ONU.

Es probable que el resultado de la interacción de las consecuencias del cambio climático, sumado a las complejas estructuras sociales y de distribución de poder (socioeconómico, político y cultural) de diversas sociedades, impulse a grupos vulnerables a migrar.

Lamentablemente dichos grupos, con frecuencia, enfrentarán este proceso migratorio en condiciones de precariedad socioeconómica y de mayor exposición a riesgos durante el cruce de fronteras. Esta situación de vulnerabilidad puede traducirse en peores resultados en salud física, mental y social e, incluso, puede generar o profundizar crisis humanitarias ya existentes en diversos corredores fronterizos.

Si bien la necesidad de abordar la migración inducida por el cambio climático ha sido reconocida en diversos tratados internacionales desde los años 90, las decisiones gubernamentales normalmente discuten con mayor fuerza aspectos vinculados a soberanía y seguridad de estado, desconociendo el abordaje de la vulnerabilidad social que enfrentan las personas migrantes. Menor aun es la respuesta específica que existe en torno a movilidades generadas por razones climáticas.

Considerando que Naciones Unidas ha estimado que los desastres relacionados con el clima podrían duplicar la cantidad de personas que requieren asistencia humanitaria a más de 200 millones cada año para 2050, es urgente y prioritario el desarrollo de políticas y prácticas que den una respuesta efectiva al desplazamiento desde una perspectiva que incluya el abordaje de aquellas condiciones sociales que determinan la salud de las personas. Mitigar, actuar y adaptarnos a este fenómeno es una tarea que nos convoca a todos.

*Investigadora de la Facultad de Enfermería de la U. Andrés Bello

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