Debido a que muchos países están comenzando a subir nuevamente los contagios de Covid-19, principalmente por la variante Delta (B.1.617.2) del virus Sars-CoV-2, ya se comenzó -o se está considerando- administrar una tercera dosis a su población. Pero a pesar del debate ético que aún existe en relación a la dosis de refuerzo y la escasez de suministros que existe en muchas naciones que aún no han podido inocular con primera vacuna a su población, una nueva investigación muestra que si las dosis de Pfizer se distribuyen ampliamente y con la suficiente rapidez, las vacunas podrán controlar las muertes y hospitalizaciones causadas por el Delta en el mundo.

El estudio, uno de los primeros a gran escala del mundo sobre la efectividad de las dosis de refuerzo contra el Covid-19, mostró que las vacunas tiene una gran protección contra el virus incluso contra la variante Delta.

La investigación, realizada en Israel y publicada en la revista The Lancet que buscaba evaluar la efectividad de una tercera dosis de la vacuna de ARN mensajero (Pfizer) para prevenir resultados graves de Covid-19, concluyó que este refuerzo protege de un contagio hasta un 93%, incluso contra la variante Delta. Además, los hallazgos ponen fin a la cuestión de si el Delta puede ser domesticada utilizando las vacunas de ARNm existentes, en lugar de requerir nuevas versiones específicamente dirigidas a ella.

Los investigadores siguieron a 728.321 personas (entre el 30 de julio y el 23 de septiembre de 2021, coincidiendo con la mayor parte de la cuarta oleada de Israel) que recibieron una tercera dosis de la vacuna de Pfizer con un número idéntico de personas que recibieron su segunda inyección de Pfizer al menos cinco meses antes, pero que aún no habían recibido un refuerzo. El segundo grupo se eligió cuidadosamente para que fuera lo más parecido posible al primero, en cuanto a características como la edad, el sexo, la ubicación, el estado de salud y los comportamientos conocidos de riesgo y de evitación de riesgos.

Uno de los hallazgos más sorprendente fue que, más de una semana después de recibir la vacuna de refuerzo, el riesgo de hospitalización por Covid-19 de una persona era un 93% menor que el de alguien con características similares, pero con sólo dos vacunas. Además, lo resultados también arrojaron que la tercera vacuna tenía 92% de efectividad para prevenir la enfermedad grave del Sars-CoV-2 y el 81% para prevenir la muerte por Covid, a los 7 o más días después de la tercera dosis.

En relación a cómo se reducen los contagios y la mortalidad por la dosis de refuerzo, el Dr. Mario Rosemblatt, Inmunólogo y director ejecutivo Fundación Ciencia y Vida, señala que “lo que ha sucedido y la evidencia que tenemos es que con la tercera dosis de refuerzo - no importa cuáles haya sido las vacunas que recibimos anteriormente- los datos que hay demuestran que hay un aumento importante en la cantidad de anticuerpos circulante y en la cantidad de células de memoria circulante, y eso obviamente mejora la respuesta frente al virus”.

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“Hasta el momento la evidencia que tenemos es que algunas de estas vacunas, la Pfizer, la de Sinovac están protegiendo contra la variante Delta, y no han aparecido nuevas variantes que nos pongan en alerta acerca de tener que generar nuevas vacunas, pero si eso sucediera, sí, vamos a tener que preparar nuevas vacunas contra las nuevas variantes e inmunizarnos todos los años como pasa con la influenza. No es nada tan terrible (tener que vacunarse todos los años)”, agrega.

El Dr. Javier Tinoco, infectólogo Clínica Universidad de los Andes cree que la dosis de refuerzo ayudará a que bajen los contagios por Delta. “Se ha visto que la dosis de refuerzo aquí en Chile también disminuye los casos graves pero también los contagios Covid de cualquier tipo. Así que en el estudio chileno cuando se vio esta dosis de refuerzo con las primeras dos dosis de Sinovac, se observó que tenía una efectividad para Covid sintomático de cualquier tipo y los casos graves”.

Aunque las cifras brutas ya sugerían que las vacunas de refuerzo funcionaban, el artículo controla los factores de confusión, como las enfermedades preexistentes. El nuevo estudio señala que la eficacia del refuerzo fue consistente en todos los grupos demográficos, incluso entre los mayores y los menores de 70 años.

“Estos resultados demuestran de forma convincente que la tercera dosis de la vacuna es muy eficaz contra los resultados graves relacionados con el Covid-19 en diferentes grupos de edad y subgrupos de población, una semana después de la tercera dosis”, dijo el autor principal, el profesor Ran Balicer, del Instituto de Investigación Clalit, en un comunicado.

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No vacunados

A pesar de que el Dr. Rosemblatt, también cree que esta tercera dosis con Pfizer sí ayudará reducir los contagios por Delta, recalca que “los contagios más serios no están en la gente inmunizada sino que están en la gente que no se ha inmunizado, de manera que la inmunización con una tercera dosis de Pfizer obviamente ha mejorado la respuesta de las personas que están vacunadas, eso no cabe ninguna duda”.

Sin embargo, “lo que va a emporar el escenario van a seguir siendo los no vacunados, pero hay que tomar en cuenta y en consideración de que la vacuna Pfizer, y las otras vacunas, fundamentalmente disminuyen la gravedad de la enfermedad, bajan en cierta medida los contagios, pero no los elimina completamente, siempre siguen habiendo contagios dentro de la gente inmunizada pero con menores consecuencias”.

Tinoco también está de acuerdo con que el gran problema de los contagios siguen siendo los no vacunados. “Los no vacunados son muchos, son más de un millón de personas, un millón doscientos (en Chile) entonces también hay que recordar que los vacunados también pueden enfermar y claro, si hay circulación del virus en los no vacunados puede que también alguno vacunado se enferme”.

En cuanto al aumento de muertes por Covid-19 y la variante predominante como es Delta a causa de los no vacunados, el infectólogo de Clínica Universidad de los Andes dice que “puede que sí hay muchos números nuevos diarios reportados, ese número se eleve a los niveles de la primera/segunda ola y puede que igual repercuta en el numero de hospitalizaciones y en el número de pacientes graves en ventilación mecánica, pero yo lo veo difícil que se llegue a la magnitud o al nivel de la primera-segunda ola, ya que gran parte de la población está vacunada, pero sí puede que si es mucho el número (de los que aún no se vacunan), de igual manera aumente”.

(Photo by CHANDAN KHANNA / AFP)

¿Dosis más duradera?

Aunque la publicación de este estudio coincide con la evidencia de que las vacunas de ARNm son cinco veces más protectoras contra el Covid-19, la gran pregunta que la investigación aún no puede responder es si la protección del refuerzo es más duradera que la de las dos dosis originales, que se sabe que disminuye después de seis meses.

“No hay mucha información al respecto en estudios, pero es lógico que sí que dure un poco más la inmunidad (de la tercera dosis), pero es difícil que sea de manera indefinida, por eso se ha hablado harto de que probablemente necesitemos un refuerzo periódico de la inmunidad con una vacunación anual por ejemplo. Pero todavía necesitamos información al respecto” señala el Dr. Tinoco.

Saber la duración de la inmunidad con la dosis de refuerzo, “es la pregunta del millón” dice el Inmunólogo y director ejecutivo Fundación Ciencia y Vida. “Tenemos que esperar a que haya un seguimiento de las personas que recibieron la tercera dosis para saber como se comporta. La idea es que la tercera dosis puede que se mantenga por más tiempo, pero si no es así, de todas maneras una tercera dosis va a tener la ventaja de que en caso de una infección la respuesta sea mucho más rápida y la enfermedad menos potente”.