Este sábado la actriz Claudia Pérez lanzó su primer libro que habla de temas como la resiliencia, los traumas y la frustración, pero abordados desde la mirada científica y neuronal. Un camino de flores para Rita es un libro infantil, pero en realidad “es como para todas las edades, porque gestionar emociones y conocer tu cerebro también es para uno”, dice Pérez.

La neurociencia es el estudio del sistema nervioso y su objetivo es comprender cómo funciona el cerebro y su impacto en el comportamiento y las funciones cognitivas para producir y regular emociones, pensamientos, conductas y funciones corporales básicas, incluidas la respiración y mantener el latido del corazón. También investiga qué sucede con el sistema nervioso cuando las personas tienen trastornos neurológicos, psiquiátricos o del neurodesarrollo.

Con su habilidad para narrar historias, y su diplomado en neurociencia, la actriz busca transmitir su conocimiento a niños y niñas para que estos puedan conocer sus emociones, manejarlas y superarse como personas. La neurociencia y la dramaturgia no están tan alejadas como parece, y Claudia Pérez lo sabe muy bien.

Claudia Pérez, Abril Araneda e Ignacia Vera Bozán. Foto: Claudia Pérez.

-¿Cómo pasó de las teleseries a la neurociencia?

Desde chica que siempre me ha interesado mucho la ciencia y la medicina en particular, siempre he sido como que leo mucho de ciencia, de anatomía, me encanta. En 2017 tomé un diplomado que fue súper interesante sobre neuropedagogía, en el fondo enfocado a cómo aprende nuestro cerebro. En el examen final yo era la única actriz del curso y quise hacer un relato, un cuento y me fue súper bien, la profesora me súper felicito y después de que hice el diplomado dije ‘esto lo podría convertir en algo’. Llamé a dos ilustradoras que prendieron altiro, que son Ignacia y Abril y ahí empezamos a trabajar súper de a poco.

Mi sueño era editarlo [el cuento], pero yo dije ‘nunca me van a pescar’. Hablé con Random House, hablé con Planeta y no me pescaron, cero, ni siquiera leyeron el texto. Y de repente me encontré con Javiera Blanco, que es una gestora cultural y me dijo ‘sabís que abrieron un concurso en Ediciones UC y encuentro que tu proyecto está pero pintado para esta editorial’, lo mandé y fue el proyecto mejor evaluado.

-¿Para qué edad apunta el libro?

Me han hecho mucho esa pregunta y yo como que digo mayores de ocho y de ahí hasta los 100. Porque de verdad es un libro que es súper para adultos también. De hecho el libro tiene mucho contenido muy fisiológico, tiene como conceptos que son complejo, entonces al final sale un glosario, o un cerebrario le puse yo, con todas las explicaciones fisiológicas de las estructura cerebrales y cómo funciona. Entonces, yo siento que es como para todas las edades, como que sirve para desde muy chiquitito hasta profesores, profesoras y adultos. Porque gestionar emociones y conocer tu cerebro también es para uno. Yo he aprendido mucho haciéndolo también.

-¿Qué fue lo que la llevó a escribir el libro?

Yo tenía una idea de una historia que me contó mi papá hace mucho tiempo que es una historia de él, y quería hacer un corto, o una obra, sentía que era tan linda la historia y tan simbólica, me parecía una metáfora tan hermosa que lo tenía en la cabeza. Entonces, cuando hice el cuento metí ese pequeño cuentecito dentro y dije ‘oye esto hay que traspasarlo’. Yo creo que el saber tiene que traspasarse, creo que es parte del aprendizaje de estudiar y bueno del ser actriz también, creo que todo lo que uno aprende es necesario traspasarlo, para mí es súper importante eso.

Claudia Perez. Foto: Andres Perez

Entonces pensé en que niños, niñas y familias pudieran tener este contenido y de una forma amable y no tan árida como es la ciencia a veces, ¿no? A mi me encanta, pero muchas veces la gente como que se despega de la ciencia porque son conceptos que parecen muy difíciles, pero cuando uno lo explica de una forma más lúdica se entiende súper bien.

-¿Por qué la temática infantil?

Yo siempre he estado ligada a la infancia. Yo tengo dos banderas de lucha: el feminismo y la infancia. He estado siempre en muchas organizaciones que protegen a la infancia vulnerada, soy parte de una ONG que trabaja con niños en explotación sexual comercial, he sido voluntaria en el Sename. Siempre me he vinculado mucho a la infancia y para mí es super importante. Siento como una deuda histórica hacia la infancia y el diplomado también era relacionado con el aprendizaje. Entonces creo que era como mi público al que yo más quería llegar.

-¿Planeas seguir escribiendo libros con estas temáticas?

Sí, hoy día estaba pensando ya en mi segundo, o sea, me gustaría que el personaje de Rita fuera un personaje que viviera más tiempo. Hoy día mismo estaba craneando cómo podría ser el segundo libro de Rita, si es que obviamente va bien y a la gente le gusta. Si Rita pudiera seguir viviendo, sería maravilloso, porque además, siento que quedó súper rico su contexto, su abuela, su madre, creo que refleja prototipos que funcionan súper bien para la dramaturgia, porque es como el miedo por un lado, después del trauma, la empatía, la libertad, lo contemplativo, lo académico. Entonces como que siento que los personajes quedaron también delineados, que pueden seguir contando muchas historias.