Para enfrentar la crisis sanitaria que ha desatado la presencia del nuevo coronavirus Sars-CoV-2, los países han adoptado distintas estrategias para intentar contener su propagación.

En Chile, una de las medidas, además del distanciamiento social y el lavado constante de las manos, las autoridades implementaron cuarentenas selectivas y dinámicas a algunas comunas o ciertos sectores de una comuna, a diferencia de otros países que hay optado por cuarentenas de grandes sectores, comunas y ciudades.

Académicos de la U. de Chile, la U. San Sebastián, U. del Desarrollo, U. McGill y el Instituto Finlandés de Salud y Bienestar evaluaron el impacto inicial de estas políticas para la contención de la pandemia en Chile, durante el periodo comprendido entre el 15 febrero y el 25 de abril.

¿El resultado? El artículo en fase de pre-publicación o reporte preliminar, señala que en esta primera etapa de implementación la cuarentena selectiva y el cierre de los colegios tuvieron un impacto positivo.

Para realizar la evaluación, analizaron datos de movilidad urbana (Google Maps, Google Analytics, los datos que comparten personas respecto de los lugares que han visitado, las búsquedas de direcciones y la distancia a la que están las personas, zonas de residencia y trabajo habitual) con los datos epidemiológicos entregados por el Ministerio de Salud.

Con esa información establecieron que las cuarentenas dinámicas lograron reducir en promedio un 11% la movilidad de las personas dentro de las zonas donde se aplicaron. Esto significó, una reducción en el número reproductivo efectivo (Re) de 0,86, esto es cuántos casos se generaron a partir de un caso positivo diagnosticado en un determinado tiempo. Así, tras diez días de implementación de la medida, esta transmisibilidad se desaceleró en un 30%.

Además, al evaluar solo el cierre de los colegios y universidades, situación ocurrida a mediados de marzo, la movilidad se redujo alrededor de un 40%.

Cuarentenas tardías

Según los investigadores, aunque la cuarentena redujo menos que el cierre de los colegios, ésta última medida puede tener un rol relevante como coadyuvante de la contención de la epidemia

Cristóbal Cuadrado, investigador de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile y uno de los autores de este documento, explica que la caída del RE se explica en parte por la reducción de la movilidad, pero también se puede explicar por el cierre de los colegios, como un efecto indirecto.

“Si tuviéramos información más detallada, a nivel más micro y no solo por región sino por comunas podríamos tener más información para analizar. Cuando cerramos este análisis, no teníamos los datos de los incrementos de casos nuevos de las últimas semanas en la Región Metropolitana. Si queremos que la cuarenta de áreas pequeñas sea exitosa, cuando en la mayor parte del mundo son ciudades o regiones completas, es necesario tener más datos desagregados para poder tomar decisiones rápidamente ante el incremento de casos”, señala Cuadrado.

Según el investigador, las últimas cuarentenas dinámicas (La Florida, Macul, Peñalolén) llegaron tarde. “Con más información oportuna y decisiones adecuadas, se podría haber evitado el colapso que hoy estamos viviendo”, dice.

Si son o no son eficaces, las últimas decisiones tomadas por la autoridad, el investigador de la U. de Chile dice que se deben esperar un par de semanas para evaluarlas, datos a los que este mismo equipo ya está atento.

Según los investigadores, para que las cuarentenas dinámicas sean efectivas se requiere una óptima vigilancia, sistemas de alerta temprana de los casos, y la capacidad de movilizar acciones rápidamente si aumenta la transmisión. Si estas condiciones no se cumplen, o se cumplen sólo al inicio, dicha estrategia podría perder su utilidad.