Basados en la hipótesis de que la familia continúa siendo absolutamente relevante, a pesar de que puede existir una tendencia, o que se plantee una actual crisis de la familia y una suerte de “desprestigio de la familia” en el país, un equipo de investigadores el Instituto de Ciencias de la Familia de la Universidad de los Andes, realizó un estudio para conocer si este grupo sigue siendo relevante de todos los chilenos.

A través de una encuesta representativa de todos los estamentos de la sociedad chilena (todas las regiones, edades a partir de los 15 años, géneros y grupos económicos) se muestra que el 61% de la población chilena pedirá apoyo a la familia directa ante problemas de vulnerabilidad emocional y un 60% acudirá a la familia -en primer lugar- ante una crisis económica.

Ante la pregunta ¿a quién de su familia le pediría ayuda en primer lugar ante una crisis?, los jóvenes entre 18 y 34 años eligieron, en mayor medida (49%) a su madre y los mayores de 55 años, a sus hijos (28%) y hermanos (23%).

Los investigadores pensaron que en el sentido de que la familia es reemplazable, hay una suerte de tentación de pensar que otras instituciones del Estado u ONG lo pueden hacer mejor que este grupo y que hay una cierta de desafectación de la población con respecto a la familia.

Pero, “vemos que no es así, “la familia sigue siendo como ha sido desde siempre un pilar fundamental para la gran mayoría de las personas. La familia sigue siendo la instancia de mayor contención y las personas se siguen identificando y su principal fuente de identidad sigue siendo la familia”, explica María Jimena Valenzuela, directora del Instituto de Ciencias de la Familia de la U.de los Andes.

¿A quiénes acuden los jóvenes chilenos cuando están en una crisis?

El estudio mostró que la madre es señalada por todos los grupos socioeconómicos como la primera persona a quien se le pide apoyo, excepto el grupo socioeconómico ABC1, que da su primera opción a su pareja (29%) y a sus hermanos (28%).

Respecto a los jóvenes, un 80% señala a su familia en primer lugar de sus preferencias a la hora de acudir por ayuda ante un problema económico de grandes proporciones, porcentaje que baja a medida que sube la edad de los encuestados.

Los resultados del estudio muestran que la figura materna siga siendo el principal puntal de la familia en todos los grupos socioeconómicos. “Se puede visualizar la valoración de la maternidad en la sociedad con estos resultados. Esto también presenta un desafío de fomentar la corresponsabilidad parental”, explica la académica UANDES.

Además, se constató que una vez más que es la ausencia paterna que en Chile es endémica enfatiza Valenzuela. Una realidad que, añade, viene desde la época de la Colonia y sobre todo, en los grupos socioeconómicos más desfavorecidos.

Asimismo, les llamó la atención que a pesar de que se habla de co-responsabilidad y del tema de co-parentabilidad en la familia, en la educación de los hijos y su crianza, “todavía seguimos viendo que hay una ausencia paterna crónica. Eso es algo que nos tiene que hacer reflexionar mucho, respecto a qué se debe este fenómeno y cómo lo podemos revertir”, comenta la investigadora.

Las personas se pueden apoyar en la mamá, “pero también es una carga tremenda para las mujeres que siguen teniendo el peso de la crianza y la educación de los hijos sino todo lo que es el sostén económico de la familia porque tiene una carga tremenda para las mujeres” agrega.

Pero de los más relevante es que si las mujeres siguen siendo las madres, el principal referente de la familia, el puntal de la familia, también es un llamado para las mujeres, las madres en la principal fuente educadora, formadora de los hijos.

“¿Qué estamos haciendo que no estamos formando más varones responsables, comprometidos y que participen más de la vida familiar en la crianza de los hijos, la contención de la familia? No digo que toda la responsabilidad sea de las mujeres pero algo tenemos, creo que es un llamado a cómo estamos actuando, cómo estamos formando” reflexiona Valenzuela.

Apoyarse en la pareja

Respecto a los resultados que muestra que un grupo socioeconómico en específico no elige a la mamá como principal apoyo, o los padres en sí, en las crisis, Valenzuela, explica que es un fenómeno difícil de entender

“Es un resultado que hay que estudiar con mucha mayor profundidad a qué se puede deber esto” comenta la investigadora. Sin embargo, piensan que los grupos socioeconómicos altos, ABC 1, puede ser que la educación que se les da, es una educación que le permite, por ejemplo, a los hijos ser más independientes, poder valerse por sí mismos, poder apoyarse mucho más en la pareja en caso de necesidades económicas, pero “es algo que uno solo puede intuir” reitera.

Foto: referencial.

Familia Directa como principal apoyo

En el estudio definieron a la familia directa como la familia nuclear que puede ser el padre, la madre y los hijos, familias monoparentales, hogares con jefatura femenina, muchas abuelas que cuidan nietos, familias donde hay una relación de convivencia estables, con una relación de consanguineidad o una relación de filiación.

Los resultados arrojaron que el 72% de los encuestados asegura que confiaría en primer lugar el cuidado de sus hijos a la familia directa.

Ante una emergencia económica de envergadura, un 60% de la población chilena acudirá a la familia directa -en primer lugar- mientras que solo un 15% se apoyaría en una institución financiera.

Entre los que más apoyo piden a su familia están las mujeres con un 63%, cercano al porcentaje de los hombres, que lo hacen en un 57%. Los hombres señalan a sus amigos en segundo lugar a la hora de pedir apoyo (10%) y las mujeres lo hacen en un porcentaje más bajo 6%.

Imagen referencial. Foto: Pixabay

Si se trata sobre vulnerabilidad emocional, también el 61% de los consultados acudirá a su familia en busca de soluciones y un 18% acudirá a los amigos.

“Podemos señalar que la familia sigue siendo la institución más apreciada por las personas y la mayor fuente de apoyo económico y emocional. Esto podría deberse a los lazos afectivos que se generan al interior de las familias, que en definitiva motivan a las integrantes a ayudar, a sostener y a preocuparse por sus miembros”, comenta Valenzuela.

“Pensar que la familia es una entidad natural, no es un invento social que dijimos bueno, cómo organizamos la sociedad, ya intentemos la familia” añade la investigadora. Sino que, la inmensa mayoría de las personas no necesita ni siquiera demasiadas disposiciones filosóficas o antropológicas para entenderlo, más bien es algo que está en la naturaleza, la naturaleza misma del ser humano que es la familia.

Finalmente, por mucho que se tengan experiencias dolorosas en la familia, las personas han llorado con la familia, las necesitan y quieren estar en una familia, “queremos pertenecer, es nuestra principal forma de pertenencia y energía y eso no ha cambiado y es así desde los comienzos de la vida humana” dice Valenzuela.

En cuento a diferencias entre hombres y mujeres en los diferentes resultados del estudio, se concluyó que aunque el hombre tiene un nivel ligeramente más alto que las mujeres al momento de elegir a su madre como principal apoyo, no es un parámetro relevante.

Adultos mayores

Otro factor que se midió en la encuesta es que el 62% afirma que en primer lugar la responsabilidad de acompañar y cuidar a los adultos mayores en Chile es de la familia directa, mientras que solo un 16% cree que es responsabilidad del Estado.

Solo un 7% del Grupo Socio Económico ABC1 y del grupo E coinciden en que esta responsabilidad recae en un Establecimiento de Larga Estadía (ELEAM).

En la pregunta ¿A quién acudiría ante la necesidad del cuidado de sus hijos? El 72% de la muestra buscaría este apoyo en la familia directa.

Lo que llamó la atención de estos resultados es que de alguna manera cuestiona las promesas de campañas que hace la política, los candidatos, respecto del tema del cuidado.

“Uno pensaría que la solución para la gente, las familias en el tema de los cuidados que es tan relevante hoy en día, tras la incorporación de la mujer al mundo laboral, te hace pensar quién te cuida a los hijos mientras trabajo o el envejecimiento de la población, quién cuida a toda la cantidad de adultos mayores que hay o personas que tienen discapacidades. El tema del cuidado es un tremendo tema ahora que tiene que pensarse con políticas públicas” enfatiza la autora.

Además de la inmensa cantidad de chilenos que sigue pensando que la labor de cuidado debe radicarse en la familia, “y entendemos que esto es sumamente complejo para las familias y para la figura de cuidado que en general recae en la mujer. Entonces es otro peso más que se le suma a la mujer que tiene que realizar las labores de cuidado” añade.

Por lo que recomiendan que las políticas públicas en vez de reemplazar a la familia como cuidadora, deberían apoyar a la familia, donde sus integrantes se sientan más seguros para ser cuidados y donde creen que tienen que ser cuidados los adultos mayores es en la familia.

En conclusión, es ponerle atención a cómo apoyar al miembro que, comúnmente sigue siendo la mujer, para que pueda realizar esta labor cuidadora sin tener que sufrir una merma económica, todo el desgaste emocional que significa cuidar a alguien, más que reemplazar, igual que con el cuidado de los niños.