Malas noticias. El informe denominado Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe que hoy dio a conocer Naciones Unidas, revela que no solo crece el sobrepeso y la obesidad, también está aumentando la población que sufre hambre en la región.

En Chile, detalla el documento, se ha reducido la cantidad de personas que pasan hambre de un 5,4% en 2000 a 2,7% en 2018, mientras que el sobrepeso y la obesidad sigue aumentando (74% según la última Encuesta Nacional de Salud), se destaca que una de las razones que explica esta última cifra es el alto consumo de alimentos ultra procesados.

Nuestro país es la segunda nación que más compra alimentos ultra procesados en Latinoamérica y el Caribe, superado solo por México. En promedio, la compra diaria de este tipo de alimentos en Chile llega a 550 gramos al día por persona, mientras que en México llega a 581 gramos.

Los alimentos ultra procesados son elaborados industrialmente y que tienen altas cantidades de azúcares, grasas, sal y un escaso valor nutricional. Ejemplos son las papas fritas, helados, chocolates, caramelos, bebidas carbonatadas, mermeladas y margarinas, entre otros.

"La disponibilidad de alimentos procesados, y sobre todo los productos denominados ultra procesados, ha crecido de forma acelerada en los países de la Región. Se estima que el consumo de alimentos y bebidas ultra procesados se incrementó en más de 25% entre el 2000 y el 2013", señala el documento.

También se reconoce que en las poblaciones vulnerables es difícil acceder a alimentos más saludables (por lejanía geográfica de los alimentos o por su valor), mientras que existe una relativa abundancia de productos procesados y ultra procesados que no están recomendados como parte de una alimentación saludable.

"En la mayoría de las poblaciones urbanizadas cuando aumentan los ingresos disponibles, los tiempos de desplazamiento en la ciudad y la proporción de mujeres con empleo, las comidas preparadas y fuera del hogar se convierten en alternativas atractivas. Esta situación impulsa a un consumo de alimentos ultra procesados y de bajo valor nutricional", señala el informe.

El documento de 135 páginas fue realizado por Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP).

Para Fernando Vio, profesor titular Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, el informe solo refleja lo que ha venido diciendo la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde hace 15 años y la FAO en los últimos años. "La obesidad sigue aumentando en Chile y el mundo porque los países y Chile no han considerado el tema de la obesidad como prioridad y las recomendaciones no se han implementado con la urgencia ni intensidad que corresponde. A diferencia de otras emergencias sanitarias a nivel mundial, como por ejemplo el HIV/Sida en que se invirtió fuertemente en investigación y políticas públicas, en obesidad las medidas han sido insuficientes ante la magnitud del problema", sostiene.

Sobre los alimentos ultra procesados, Vio señala que debiera existir una etiqueta de alerta especial para estos productos.

Hambre y obesidad al alza

Solo en los últimos cuatro años, las personas que padecen hambre en la región aumentaron en un 11%: si en 2014 quienes estaban subalimentados eran 38 millones de personas, en 2018 se estimó que llegaban a 42,5 millones. En el largo plazo, si se compara con la cantidad de personas que pasaban hambre en el año 2000, se ha logrado disminuir ese número, sin embargo, el año pasado es el cuarto año consecutivo en que el hambre aumenta, señala el documento.

En el otro extremo, el sobrepeso y la obesidad sigue subiendo como lo ha venido haciendo desde hace décadas. Hoy hay tres veces más personas obesas que en 1975: en la actualidad 1 de cada 4 adultos (24%) en América Latina y el Caribe sufre obesidad, lo que representa un total aproximado de 105 millones de personas. Esto es el doble de la obesidad a nivel mundial. En resumen, por cada persona que sufre hambre en América Latina y el Caribe, más de seis sufren sobrepeso u obesidad.

La prevalencia del sobrepeso está aumentando en todos los grupos etarios, especialmente en adultos y en niños en edad escolar. Si en el mundo, el 5,9% de los niñas y niños menores de cinco años llega al 5,9%, en la región alcanza el 7,5%.

El documento destaca la necesidad de promover entornos alimentarios más saludables mediante impuestos e incentivos fiscales que favorezcan una alimentación adecuada, junto con sistemas de protección social, programas de alimentación escolar y la regulación de la publicidad y de la comercialización de alimentos.

Además, las agencias subrayan la importancia de mejorar el etiquetado de alimentos con sistemas de advertencia nutricional frontal, asegurar la inocuidad y calidad de los alimentos que se comercializan en la calle, y reformular la composición de ciertos productos para garantizar su aporte nutricional.

Legislación

El informe destaca los avances que en materia legislativa y de normas ha tenido Chile, especialmente con la Ley de Etiquetado y mencionan que a un año de su implementación un estudio mostraba que las madres eran conscientes de que los productos con más etiquetas eran menos saludables que aquellos que tenían un menor número de símbolos y que lo utilizaban como referencia a la hora de comprar.

Además, el informe menciona la prohibición de vender en los colegios, bebidas y alimentos con altos niveles de energía, grasas saturadas, sodio o azúcares.

A juicio de Vio, en Chile no existen políticas públicas integrales, solo "parches".

Menciona como ejemplo, programas que no han tenido continuidad luego de su implementación en un gobierno determinado: Vida Chile (2000-2005), Ego Chile (2006-2010), Elige Vivir Sano (2011-2014), Etiquetado Nutricional (2015 en adelante). "Lo que no ha existido es una Política de Estado continua en el tiempo, con objetivos claros, presupuesto suficiente, evaluaciones periódicas y que incorpora a todos los sectores", sostiene.

Según el profesor del INTA, el Ministerio de Educación no considera en sus planes de estudio, ni currículares ni extracurriculares, el tema de la alimentación saludable y menos de prevención de la obesidad infantil. Tampoco lo hace Ministerio de Salud que no tiene entre sus prioridades de política pública a la obesidad; ni el Ministerio del Trabajo que no se preocupa por la alimentación saludable ni por la obesidad de los trabajadores; tampoco el Ministerio de Defensa con los funcionarios de las Fuerzas Armadas.

Mortalidad

El problema de la malnutrición, no es menor. Según el Panorama 2019, cada año 600 mil personas mueren en América Latina y el Caribe debido a enfermedades relacionadas con la mala alimentación, como diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

"En su conjunto, las enfermedades no transmisibles fueron responsables de más de 50% de las muertes en todos los países de la Región y en Chile estas enfermedades son responsables de al menos 80% de las muertes", dice el informe.