El 15 de abril de 2022 la Organización Mundial de la Salud (OMS) notificó la aparición de un brote de hepatitis aguda de origen desconocido en el Reino Unido e Irlanda del Norte en niños pequeños previamente sanos.

Desde entonces el número de casos de hepatitis han aumentado a un ritmo vertiginoso. De acuerdo a la OMS, hasta este sábado 12 países han reportado casos de niños contagiados con esta aguda y desconocida hepatitis infantil.

Según la OMS, ya hay al menos 169 casos, de los cuales 1 murió y otros 17 necesitaron de un trasplante de hígado. Por ahora, la distribución geográfica de los casos no parece seguir ningún patrón. Los casos han aparecido en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (114), España (13), Israel (12), los Estados Unidos de América (9), Dinamarca (6), Irlanda (5), Países Bajos (4), Italia (4), Noruega (2), Francia (2), Rumanía (1) y Bélgica (1).

Distribución de los casos de hepatitis aguda grave de origen desconocido a 23 de abril de 2022

El cuadro clínico entre los casos identificados es el de hepatitis aguda grave con enzimas hepáticas marcadamente elevadas. Muchos pacientes manifestaron síntomas gastrointestinales previos que incluyeron dolor abdominal, diarrea y vómitos.

Cualquier pista es poca. De momento, continua el estudio exhaustivo de las historias clínicas y el análisis de pruebas de toxicidad ambiental y alimentaria. Además, no se escatima en pruebas microbiológicas adicionales.

Según explicó Raúl Rivas González, catedrático de Microbiología, Universidad de Salamanca, en un artículo del portal The Conversation, Los virus comunes que causan la hepatitis viral aguda (virus de la hepatitis A, B, C, D y E) no se han detectado en ninguno de los casos, pero sí han sido detectados adenovirus en al menos 74 pacientes. En 18 casos ha sido identificado el adenovirus F 41. En 20 casos ha sido detectado el Sars-CoV-2. Y en 19 casos ha sido detectada coinfección por Sars-CoV-2 y adenovirus.

“La implicación de un adenovirus, concretamente el adenovirus F 41, como la causa subyacente de la hepatitis aguda es actualmente una hipótesis plausible. Pero no explica completamente la gravedad del cuadro clínico”, dijo.

La Dra. Lorena Tapia, infectóloga pediátrica de Clínica Universidad de los Andes, dice que los adenovirus son virus bien frecuentes, pero principalmente virus respiratorios, que generan cuadros respiratorios con fiebre y faringitis y en algunos también incluso neumonía.

Sin embargo, dice que también existen adenovirus que pueden afectar el sistema digestivo y pueden ser causas de diarreas, menos frecuentes, pero puede ser y en algunos casos y sobretodo en niños inmunosuprimidos. “También se ha visto que los adenovirus pueden dar otras manifestaciones y dentro de esas está la hepatitis”, explica, pero reconoce que en términos generales es raro que los adenovirus sean causa de hepatitis

¿Quiénes son los adenovirus humanos?

Empecemos por presentar al sospechoso. Pertenece a la familia de los adenovirus, virus sin envuelta, icosaédricos y con un genoma de ADN lineal de doble cadena. Están divididos en siete especies (A–G). Los adenovirus humanos se clasifican en más de 100 subtipos, incluidos los serotipos 1–52 y los genotipos 53–103. Los diferentes serotipos están asociados con distintas enfermedades.

Imagen microscópica de un adenovirus 41.

Lejos de ser una rareza, Rivas dijo que los adenovirus (AdV) son patógenos comunes en humanos. Y tienen capacidad para causar enfermedades en las vías respiratorias, los ojos, el intestino, el hígado, el tracto urinario y las adenoides o vegetaciones.

En general, “la infección de adenovirus se contrae por el contacto con secreciones de una persona infectada o con un objeto contaminado. La infección puede ser transmitida por el aire o por el agua”.

Gastroenteritis pediátrica

En concreto, los serotipos 40/41 de la especie F de adenovirus (denominados HAdV-F40 y HAdV-F41) han sido considerados durante mucho tiempo como causantes de gastroenteritis pediátrica, caracterizada por fiebre, vómitos y diarrea. La gastroenteritis por adenovirus 40/41 puede causar una enfermedad grave y es una causa frecuente de hospitalización.

La prevalencia de diarrea aguda causada por estos adenovirus, denominados entéricos, oscila entre el 1,2 % y el 15 % en varios países, y solo la superan en cifras Shigella y rotavirus. En cuanto al HAdV-F41, es el tipo más común en los niños con diarrea (y con mortalidad asociada a diarrea) en niños pequeños.

Los menores de dos años, los más susceptibles

La infección por adenovirus F41 no es estacional, puede ocurrir en cualquier momento del año. Los más susceptibles son los niños menores de dos años. Aunque la diarrea por adenovirus a menudo es autolimitada, las infecciones entéricas por adenovirus pueden causar enfermedades diseminadas sistémicas mortales en pacientes inmunocomprometidos.

Según Tapia, una vez que se se produce la infección por adenovirus, en los casos leves, “uno espera la evolución natural ya que no hay manera de prevenir que esto progrese a una hepatitis, porque además no sabemos cuándo va a ser un cuadro respiratorio grave o cuando va a ser un cuadro digestivo más o menos grave que otro”.

“Ya en casos muy graves existen algunos tratamientos, pero se reserva exclusivamente a pacientes más graves”.

Foto: Reuters

La literatura disponible apunta a que alrededor del 65% de los casos de hepatitis por adenovirus se desarrollan en pacientes pediátricos, y que el factor predisponente más encontrado en el entorno pediátrico es el antecedente de trasplante de hígado. Otros factores de riesgo incluyen el trasplante de células madre, la quimioterapia para la leucemia linfoblástica y las neoplasias malignas sólidas.

Algunos científicos han dicho que la disminución de la inmunidad como resultado de la reducción de la mezcla social durante la pandemia podría ser una explicación.

“Esto puede ser una respuesta excesiva a la estimulación del sistema inmunitario que no está acostumbrado a tal insulto... esa es una buena teoría”, dijo Simon Taylor-Robinson, hepatólogo consultor y profesor de Medicina Traslacional en el Imperial College de Londres.

De momento, la OMS recomienda que se realicen análisis de sangre, suero, orina, heces y muestras respiratorias, así como muestras de biopsia hepática (cuando estén disponibles), con una caracterización adicional del virus que incluya la secuenciación.

Revisar la información temporal y geográfica sobre los casos, así como sus contactos cercanos, en busca de posibles factores de riesgo será fundamental para establecer un vínculo epidemiológico que pueda proporcionar pistas para rastrear la fuente de la enfermedad.