La telemedicina permite llevar la medicina a lugares donde el acceso a una consulta presencial es difícil. Esto resulta muy útil en países como Chile, donde existe una particular distribución geográfica en las zonas rurales o hay dificultades de traslado de las personas e incluso del personal de salud y sobre todo falta de especialistas.

Nuestro país presenta demás muchas ventajas para este tipo de atención y una de ellas es el acceso a internet. Según datos entregados por la Subsecretaría de Telecomunicaciones, a septiembre de 2019 la tasa de penetración en el país para redes 4G era de 83%, pero esta tasa aumenta si se juntan las redes 3G y 4G: ahí se llega a 96,19%. Es un porcentaje muy alto, que nos permite continuar con plataformas como estas.

Dado el contexto sanitario actual por la pandemia mundial del Covid-19, los pacientes se están quedando en sus hogares y muchos han optado por el uso de esta plataforma, donde se requiere simplemente de conexión a internet y un teléfono.

Hasta ahora, la experiencia tanto para el paciente como para los médicos ha sido buena, y estamos capacitando a nuestros especialistas para que puedan familiarizarse con este sistema, con el fin de minimizar las diferencias entre una atención presencial y una virtual, entregando una atención integral, sumando además especialidades como medicina interna, pediatría, dermatología, y a futuro geriatría.

Este tipo de herramientas innovadoras, permite que nuestro país alcance niveles de progreso tal como lo han demostrado otros países, especialmente del hemisferio norte. Es el caso de Estados Unidos que proyecta para este 2020, que las atenciones médicas por telemedicina lleguen a un 50% o 70% de los casos.

Sin duda que la actual experiencia del Covid-19, demuestra que las plataformas que hacen posible la atención a distancia van a perdurar en el tiempo, más allá del contexto actual, ya que hoy más que nunca, es necesario llegar con atención médica a todas las personas que la así lo requieren.

* Coordinador de Telemedicina de RedSalud