Universidades sin mujeres, universidades sin futuro

"Las Universidades Chilenas y sus directivos (la mayoría hombres) deben entender que no se puede avanzar sin mujeres. Las instituciones y sus miembros deben creer y hacerse parte de este proceso transformador".


Los grandes cambios culturales de la sociedad se lograrán sólo si se incorpora a las mujeres y a toda la diversidad humana. El mundo dominado por ideas masculinas y liderados por hombres ya lo conocemos. ¿Se imaginan un mundo diferente donde distintas visiones coexistan, conversen, creen y construyan?

Este 2018 el movimiento feminista logró que se elaboraran protocolos de acoso y otros en las Universidades. Cabe preguntarse, ¿las acciones realizadas lograrán generar el cambio profundo que se necesita para avanzar hacia la igualdad? Disminuir la desigualdad de género no es algo que se concrete gracias solamente a algún decreto o resolución interna.

A las académicas Dra. Vania Figueroa y Dra. Karina Bravo de la Universidad de O'Higgins no se les renovó su contrato a fines de 2018 luego de casi dos años de trabajo. Ambas participan de la Red de Investigadoras, además de realizar docencia, investigación y vinculación. La Dra. Figueroa fue miembro de la Comisión de Igualdad de Género AUR–CRUCH. Los motivos de esta decisión no son claros y se justifican tras un análisis de desempeño, realizado por quienes fueron denunciados por hostigamiento laboral por Karina Bravo, donde Vania Figueroa testificó a su favor.

Sin entrar en detalles sobre el sesgo de los indicadores al evaluar mujeres en la academia, llama la atención las palabras del Rector, Sr. Rafael Correa durante su audiencia en la Comisión de Mujeres y Equidad de Género de la Cámara de Diputados: "ambos informes me evidenciaron a mí, que estábamos frente al caso de dos académicas que no tenían la voluntad o la capacidad, pero yo diría mejor la voluntad porque creo, probablemente la capacidad si la tienen por su formación, de poder llegar a ascender en la carrera académica y hacer una carrera académica en la Universidad de O'Higgins. Quiero decir que esa es una labor no grata sin duda, ingrata, mía como responsable de este proyecto de ir viendo antes de que lleguen los procesos de calificación, que académicos claramente no tienen, no han mostrado cualidades para ascender la carrera académica".

La opinión del Rector Correa refleja el sesgo de género en la academia en su mayor expresión, el cual ojalá sea una excepción. Según él, ambas académicas no tienen la voluntad o la capacidad de avanzar en la carrera académica. La decisión contractual tomada no se basa en parámetros medibles, transparentes y que incluyan la igualdad de género. Ser mujer y llegar a ser académica es un camino largo, lleno de obstáculos, donde día a día hay que sobreponerse a distintas situaciones y lo mínimo que se espera es ser evaluada de forma rigurosa, sin sesgos. Las Universidades Chilenas y sus directivos (la mayoría hombres) deben entender que no se puede avanzar sin mujeres. Las instituciones y sus miembros deben creer y hacerse parte de este proceso transformador.

Las Universidades serán complejas, solo cuando logren reflejar la complejidad de la diversidad humana y para ello hay mucho trabajo por delante.

Pedimos apoyo. Solas no podemos. Creemos que nuestras demandas son justas. Descendemos de otras y formamos a las que vendrán.

Pedimos comprensión. La voz ya se alzó, el eco sigue resonando y muchos testimonios siguen abriendo la puerta a la comprensión de la inequidad.

Merecemos respeto. Lo que para muchos es sentido común y derechos fundamentales, para otras se convierte en una odisea de absurdos, obstáculos y arbitrariedades.

Avancemos juntos, no sin mujeres.

Dra. Cristina Dorador.

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