La fractura de Guillier: cómo se dañó su relación con la ex Nueva Mayoría

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Foto: Richard Ulloa

La derrota electoral ante Sebastián Piñera quebró -algunos sostienen que de manera irreparable- la relación entre el ex abanderado presidencial y el ex bloque oficialista. Mientras el senador ha optado por aislarse en sus labores en el Congreso, sus otrora socios no le reconocen autoridad política para cumplir un rol de liderazgo en la nueva oposición.


Cuenta el senador Carlos Bianchi que uno de los primeros consejos que le dio a Alejandro Guillier cuando lo vio debutar en el Congreso, en marzo de 2014, fue que tuviera cuidado, porque en política los amigos eran de mentira, pero los enemigos eran de verdad. Guillier, quien era conocido como rostro de TV y periodista, que compitió y dobló en Antofagasta como independiente dentro de la Nueva Mayoría, sonrió y tomó nota de la recomendación.

Cuatro años después, el miércoles 4, en un almuerzo entre Bianchi y Guillier en uno de los comedores del Senado en Valparaíso, los dos solos, como ya se ha vuelto una costumbre de los últimos meses, el derrotado ex candidato presidencial recordó la advertencia del parlamentario magallánico. Como si cuatro años después la frase le hiciera sentido. Los dos parlamentarios del comité independiente -junto a Alejandro Navarro- han vuelto a repasar los días previos y los meses posteriores a la derrota frente a Sebastián Piñera.

La misma noche del 17 de diciembre pasado, después de una breve reunión junto a los jefes de los partidos en el estacionamiento del hotel San Francisco, Guillier cortó buena parte de los vínculos que aún lo ataban a la ex Nueva Mayoría. Optó por replegarse junto a su familia -Algarrobo es su histórico lugar de veraneo-, mantuvo un canal de comunicación casi exclusivo con su equipo de trabajo, encabezado por Enrique Soler -que fue ampliamente cuestionado durante la campaña- y reenfocó sus esfuerzos al trabajo en su región, a la lectura y al descanso.

De la coalición que lo apoyó, sin embargo, poco y nada quiso volver a saber. Salvo contactos esporádicos con otros senadores y algunos de sus colaboradores del que fuera su comando, como el ex coordinador Osvaldo Correa, Guillier eligió el silencio. Al frente suyo, una coalición derrotada comenzaba a acusar maltrato y enrostrar que una parte sustantiva de la victoria de Piñera era responsabilidad -si no del candidato- al menos de su círculo más estrecho. Pocos querían saber de él.

"Luego de una candidatura, uno queda en una situación donde no sigue rodeado de quienes lo rodearon en el período en el que fue candidato. Él no está en soledad, él ha hecho una reflexión en familia y se ha abocado a su trabajo parlamentario. Lo que él tomó como decisión es estar en el comité independiente, porque eso es lo que lo identifica, pero siempre con disposición a trabajar en equipo y tanto él como yo trabajamos con los equipos y tenemos un trabajo en conjunto", explicó el senador Bianchi.

Los dos parlamentarios llegaron el mediodía del viernes 6 a La Moneda para reunirse con el ministro del Interior, Andrés Chadwick, con dos proyectos de ley bajo el brazo sobre inmigración. No se coordinaron con nadie más.

Bianchi también representó a Guillier en la negociación de la oposición que repartió las comisiones legislativas. El periodista no quiso participar personalmente, pero sí les envió un mensaje a sus colegas con sus requerimientos: Relaciones Exteriores y Hacienda, las dos instancias más apetecidas por los parlamentarios. Su fundamento, según senadores del bloque que fueron parte de la negociación, era que después del esfuerzo que significó la contienda electoral, él era hoy un activo de la centroizquierda y requería de una mayor visibilidad en el Senado, dejando entrever, incluso, que podía no plegarse a las decisiones del bloque si es que sus peticiones no eran atendidas. El argumento no cayó bien entre sus pares.

Guillier no asiste a los almuerzos de coordinación de los martes de la ex Nueva mayoría en Valparaíso, ha puesto en suspenso su participación en las comisiones político-técnicas y sólo conversa con parlamentarios de su sector sobre temas puntuales. No mucho más. "Hasta el senador de RD se coordina más que Guillier", afirma un senador del PPD, medio en broma, medio en serio.

Hasta ahora -no obstante- han primado los gestos amables y para no provocar un quiebre temprano en la oposición, y a pesar de no tener una relación cercana, Carlos Montes (PS) cedió su último año (2021) para que Guillier esté en Hacienda, y lo propio hizo Jorge Pizarro (DC), que también concedió un año (2019) para que el ex candidato participe de la Comisión de Relaciones Exteriores.

Pero el gesto es sólo eso. Nadie se acerca a Guillier para preguntarle su posición frente a alguna disyuntiva de la oposición o frente al gobierno.

Cercanos al senador justifican la grieta evidente entre Guillier y sus pares de oposición en que pasa por un período de reflexión y que de a poco ha retomado su agenda, pero también apuntan a que la relación en el Congreso no sólo se ha enfriado por voluntad propia, sino que es recíproco.

"Él cree que hizo lo que pudo", dicen, y afirman que hay otros parlamentarios con los cuales sí ha logrado mantener un vínculo más estrecho: Adriana Muñoz (PPD) y los DC Francisco Huenchumilla, Yasna Provoste y Ximena Rincón, entre ellos. Pero en la ex Nueva Mayoría el ajuste de cuentas ha sido categórico: acusan que permitió que se instalara una imagen de soledad después de la derrota que no era tal, ya que él mismo les pidió tomar distancia. Aún más, apuntan al hijo de Guillier, Andrés Almeida, por sostener que en el entonces bloque opositor no había convicción en la victoria de su abanderado, frase que se ha considerado un golpe bajo y sin ninguna autocrítica.

El alejamiento radical

En marzo, sorpresivamente, Guillier asistió a un encuentro local del Partido Radical en Ñuñoa, una reunión de carácter programático y bajo perfil. La relación con esa tienda, sin embargo, hoy reconocen que es muy distante, con escasos canales de comunicación. Uno de ellos es Osvaldo Correa: "Mantengo una relación de confianza, gratitud y amistad, esto en función de los lazos personales que formamos. Nos llamamos a veces y nos preguntamos cómo estamos". Correa, sin embargo, no siguió trabajando políticamente con el periodista.

La mesa del PR tampoco ha vuelto a reunirse con su excandidato presidencial, pero lo último que supieron es que el periodista tenía intenciones de montar una fundación. En la colectividad aclararon rápidamente que no disponen de fondos para apoyarlo. "Él está buscando su definición en el nuevo ciclo político que viene y esperamos que se defina pronto", afirmó el presidente del partido, Ernesto Velasco.

Si bien no saben si Guillier pretende o no seguir en política una vez que termine su período, en el PR aseguran que lo más probable es que el cupo de la colectividad en el Senado en esa zona lo ocupe la actual diputada PR Marcela Hernando en la próxima elección.

Por ahora, Guillier espera comenzar a recorrer algunas regiones en las próximas semanas, a modo de agradecimiento. Partiría por el extremo sur, la zona de su amigo Carlos Bianchi.

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