Científicos creen que los romanos también cazaban ballenas

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Esto según una nueva hipótesis basada en el hallazgo de restos de dos especies de cetáceos desaparecidas, encontradas entre las ruinas de una factoría de pescado romana de Gibraltar.


Los antiguos romanos podrían haber cazado ballenas en el Mediterráneo, sugiere una nueva hipótesis arqueológica basada en el hallazgo de restos de dos especies de cetáceos desaparecidas, encontradas entre las ruinas de una factoría de pescado romana de Gibraltar.

Los descubrimientos son analizados por un grupo internacional coordinado por el Consejo Nacional de Investigaciones de Francia, que publicó los resultados en la revista Proceedings of the Royal Society B.

Según los resultados de los análisis de ADN y de colágeno, los restos pertenecen a la ballena franca noratlántica (Eubalaena glacialis) y a la ballena gris (Eschrichtius robustus).

Un descubrimiento que no se esperaba dado que los antiguos huesos de ballena "están muchas veces demasiado fragmentados como para poder ser reconocidos por su forma", explicó la arqueóloga Camilla Speller de la Universidad de York, en Reino Unido.

"Estos nuevos métodos de investigación moleculares nos permiten abrir nuevas ventanas hacia los ecosistemas del pasado", agregó.

Y las sorpresas prosiguen, pues hasta ahora el mar Mediterráneo fue siempre considerado fuera de las rutas históricas de la ballena gris y la franca noratlántica, pero los restos indican que estos cetáceos podrían haber formado parte del ecosistema mediterráneo, hallando en la región una cuenca de refugio para parir sus crías.

Todavía falta esclarecer la relación que los antiguos romanos tenían con estas ballenas: podían cazarlas, tal como sí lo hacían con los atunes, o recogieron cadáveres de ejemplares varados?.

"Los romanos no tenían la tecnología necesaria para capturar las grandes ballenas que hoy se encuentran en el Mediterráneo y que vivían en mar abierto, pero la ballena gris y la franca noratlántica podrían haberse acercado mucho a las costas, convirtiéndose en blancos potenciales para los pescadores", precisó Ana Rodrigues, coordinadora del estudio.

Resulta factible que ambas especies fueran capturadas con pequeños barcos de remo y arpones manuales, tal como operaban los balleneros vascos durante el Medioevo, afirmaron los especialistas.

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