Columna de Constanza Michelson: Evadir

Protest against Chile's state economic model in Santiago
Crédito: Reuters

Evadir: 1. v. tr. y prnl. Evitar con astucia una dificultad, un daño o un peligro inminente.


1. Un estallido social se parece a lo que en la sicología individual se llama paso al acto. Ocurre cuando alguien no encuentra las condiciones para el ejercicio de la palabra, quedándole sólo el cuerpo como vía de expresión. Es el efecto de no ser escuchado por otro, pero tampoco por uno mismo; un deseo o un malestar que no encuentra verbo, o bien encuentra un verbo equivocado, y se transforma en otra cosa. En lo social, la política es la encargada de esa interpretación.

2. El neoliberalismo es más que un modelo económico, es una civilización. Gobierna las conductas y la subjetividad: la relación con las cosas y también a nosotros mismos. Su paradigma es maximización, rentabilizar el tiempo, el cuerpo sin "fines de pérdida". Lo que queda fuera de esta racionalidad es nombrado como patología, mediocridad o delincuencia. Su lengua de abstracción financiera desensibiliza y logra evadir la confrontación con el dolor, la desigualdad y la política. Simplifica el lenguaje al sí o no, jamás un sí y no, no resiste ambigüedad, surgen respuestas tajantes como "el panel de expertos" o desconectadas como un "levántense más temprano". La vida como gestión evade la política, estrecha los debates a tecnicismos fríos, pero es una racionalidad loca que no considera la complejidad del malestar y el deseo.

3. Hemos estado hablando todo el año de salud mental, suicidios en el Costanera Center y en el metro. La falta de empatía y la soledad son la resonancia de la colonización neoliberal en las cabezas (no se necesita ser de derecha para ello). El deseo se reduce a cálculos "me va bien" o "me va mal" y el malestar se vive de manera despolitizada.

4. Alan Murray, director de la revista Fortune, escribió hace un par de meses sobre la ansiedad de los altos ejecutivos, de que frente a una recesión venga una revolución, "cada vez más se convencen de que el apoyo público hacia el sistema en el que han operado está a punto de desaparecer". Asimismo, Nick Hanauer, uno de los fundadores de Amazon, quien en su charla TED reconoce que su fortuna no tiene que ver con una inteligencia especial, sino que con algo de suerte y arrojo, y dice sobre los millonarios: "la gente rica como yo no crea empleos (…) es cuando la clase media prospera, que los negocios crecen y contratan". Les advierte a sus amigos ricos que de no detener la concentración económica vendrá la guillotina. Evadir que esta fase del capitalismo va generando su propio antagonismo por dentro, en su misma lógica, es caldo de cultivo para el estallido.

5. Este gran "paso al acto social" estalló después de una explosión en los límites del lenguaje: evasión pasó de ser una sanción a un acto de justicia y a la vez una denuncia a las grandes evasiones -trucos tributarios y otras trampas- de los más ricos. Como fenómeno de masas apareció el cuerpo perdido y la sensibilidad en una mezcla de alegría, libido y violencia. La aparición del cuerpo no es sin peligro, por eso la ambivalencia entre fascinación y angustia, es un sí y no a la vez. Pero la masa tiene una ruta, del carnaval donde todos somos un mismo cuerpo a su ruptura por las aspiraciones individuales, luego el pánico y la búsqueda de un nuevo amo. Cortar esa ruta es labor de lo político: hacer verbo a la carne.

6. Algo más que no se puede evadir: estalló la tensión acumulada de la ruptura intergeneracional. En el carnaval la memoria toma cuerpo, las viejas consigas arropan lo nuevo. Pero vendrá la pregunta sobre qué mecanismo de legitimidad de autoridad pactaremos. Algunos sueñan con el pasado, otros dicen que no será alguien sino que el Blockchain. Otros no quieren dejar la orgía porque no tienen nada que perder.

El siglo XXI se ha desplegado.

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