Josefina Maino: "Llevo una década coleccionando noticias freak"

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(Crédito: Benjamín Rodríguez)

#CosasDeLaVida | "Empecé a los 17 años y nunca me detuve. Ahora que soy profesora de un séptimo básico, mi cuaderno con los recortes de noticias curiosas lo uso con ellos. Mucha gente me ayuda con mi colección. Es un interés bastante transversal e internacional".


En mi casa siempre se leía el diario. Yo empecé a hacerlo desde chica, aunque lo revisaba sin entender mucho. Pero comencé a darme cuenta de que en ciertos días y en ciertas secciones aparecían noticias curiosas, extrañas, un poco freak, que salían de lo normal, aunque sin dejar de ser historias cotidianas. Más grande decidí convertir esto en un hobby y actualmente ya llevo 10 años coleccionando noticias curiosas. Tengo un libro, con recortes, que comprueba que la realidad supera la ficción.

Los temas son variados. En Corea del Sur una mujer de 68 años aprobó el examen de manejo tras 950 intentos, gastándose el equivalente a más de dos millones de pesos. Una joven mexicana ofreció su virginidad a cambio de entradas al concierto de Justin Bieber. Una doctora brasileña cercó su casa con jeringas con VIH para ahuyentar a los ladrones. Esas son mis tres noticias favoritas. Me hacen sorprenderme y también reír en el día a día. Leo el diario porque me gusta la actualidad, para informarme, pero siempre me doy el tiempo de revisarlo con el radar activo para noticias freak.

Quería coleccionar algo propio, que fuera mío. Empecé en 2009. En el colegio todos los días corría a la portería a buscar los diarios que llegaban, después me iba a la biblioteca y gastaba mi recreo en eso. Mis amigas se ríen hasta el día de hoy, las profesoras todavía se acuerdan, porque, al igual que mi colección, yo salía de lo común de una estudiante.

Cuando me di cuenta de que aparecían noticias divertidas, caché que era un patrón. Al principio recortaba las noticias y las guardaba en una carpeta, hasta que mi tía me regaló un cuaderno para mi cumpleaños y decidí pegar todo lo que tenía. Tengo poca motricidad, así que debo ser muy cuidadosa al recortar, pegar y que el papel quede bien estirado. Todo este proceso le suma entretención a mi hobby.

En mi familia se reían, pero después empezaron a fijarse en lo mismo y estoy segura de que también les alegraba el día. Ahora que mucha gente lo sabe, me ayudan. Mis cercanos también las juntan y me las pasan, sobre todo mi mamá, que llega a mi casa con uno que otro recorte. Tengo una amiga que siempre me manda pantallazos de noticias: "Hola, noticias para ti" me dice.

Cosas que salgan de lo común, ese es el requisito del cuaderno. Y me tiene que llamar la atención a la primera, si no queda fuera.

Después entré a la universidad y en el Metro me entregaban el Publimetro o La Hora y aparecían muchas noticias así. Aunque parezca raro, yo gozaba ese trayecto y era por esta lectura. Así, mi libro y mi colección empezó a crecer y crecer. De paso, el diario se convirtió en un hábito.

Ahora tengo 27 años, soy profesora de séptimo básico y el cuaderno me ha ayudado como recurso para las clases del colegio. Lo uso como material con mis alumnos, para que distingan las fases de las noticias o el sujeto del texto. Es impresionante cómo a los niños les llama la atención, aunque yo creo que todos nos sorprendemos igual ante una noticia que cuenta de un hombre que tiene 31 dedos u otra que informa que Lima tiene la primera alpaca surfista.

Me gusta asombrarme, ver la locura de la gente, lo bizarro que pueden ser las cosas. Eso sí tienen que ser en papel. Muchas veces veo noticias en internet, en Instagram o en Facebook, pero no quiero imprimirlas. Me gusta la idea de volver al papel, quedarnos en él. Me gusta tener algo táctil, algo concreto. Imagínate: así podré mostrárselos a mis nietos, en una época en que quizás ni siquiera existan diarios.

Hay muchas noticias de los Récord Guinness. El hombre más grande del mundo, el hombre más chico, la guagua más pequeña y así. Para el tsunami en Japón, en 2011, un niño perdió una pelota que tenía su nombre y la encontró una persona un año después en Canadá, a 5.000 kilómetros. ¿Cómo no va a ser eso increíble?

De repente me surgen las ganas de hacer un cuaderno colaborativo. Poner mi mail en las redes sociales y que la gente me mande sus recortes. Quizás hay más gente que colecciona noticias, entonces nos podríamos unir. Un tiempo trabajé en el sur, en las Torres del Paine, y conocí a un hombre al cual le conté de esto; él, a su vez, le contó a su papá; y su papá desde Estados Unidos me mandó un sobre con noticias curiosas en inglés. Es un interés bastante transversal y universal.

También he pensado en hacer un experimento social con esto: dejar el cuaderno en el Metro o en un café literario, con un instructivo -algo así como "hola, este es mi nombre y llevo haciendo esto por 10 años, ahora te toca a ti, déjalo en otra parte"- y que así vaya creciendo y paseando. Me gustaría que siga expandiéndose. Saca risas, te despeja, te desconectas y es entretenido. Hace bien ver estas cosas.

Mi meta final es que siga creciendo, que se pasee por Chile, que alegre a varios. Si la gente me quiere mandar noticias, que me las mande y yo las pego con su nombre. Por si acaso, este es mi mail: josefina.mainog@gmail.com. Llevo una década coleccionando, pero espero que dure hasta el fin de los tiempos, noticias va a haber siempre y espero cada vez más curiosas. Esto nunca se va a acabar.

Envíanos tus historias a cosasdelavida@latercera.com.

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