El gesto universal de tomarle la mano a una persona que está pasando por un mal momento podría ser de más ayuda de lo que pensamos, ya que de acuerdo a un estudio publicado hoy, esta acción no sólo sincroniza la frecuencia cardíaca, ondas cerebrales y respiración entre una pareja, sino también añade varios otros beneficios.

La investigación revela la importancia del contacto físico para la comunicación y el alivio del dolor, siendo una parte importante la empatía, debido a que entre más tomamos las manos de la persona que sufre y más somos empáticos, menos intenso es su dolor.

El estudio no es el único en su tipo y forma parte de investigaciones similares donde el objetivo es conocer cómo el cerebro se sincroniza con otras ondas cerebrales en un contexto de sufrimiento o dolor, al mismo tiempo que actúa como un "analgésico".

La investigación fue realizada con 22 parejas de entre 23 y 32 años que al menos habían estado juntas un año. El experimento planteaba tres situaciones con una duración de dos minutos cada una: la pareja separada en distintas habitaciones, junta sin contacto y juntos con sus manos unidas. Todo esto mientras su actividad cerebral era monitoreada, aunque en una segunda fase, a las mujeres se les indujo una ligera sensación de dolor a través del calor.

Así, los resultados evidenciaron que sólo con la presencia de la pareja, sin importar si hay contacto o no, se genera una sincronización de las ondas cerebrales, lo que aumenta cuando unen sus manos en el momento del dolor, reduciendo la ansiedad y el estrés.

De hecho, el estudio señala que cuando el hombre no puede tomar la mano de su pareja, las sincronizaciones respiratoria y cardíaca desaparecen, lo que da cuenta de la importancia del tacto, que lo trae de retorno.

Los investigadores agregan que aunque este efecto ya ha sido reconocido, aún se desconoce el proceso por el cual la sincronización cerebral y la empatía pueden ayudar a disminuir el dolor. Asimismo, aún queda por saber si esta situación ocurre con parientes o amigos.

Fuente: Arstechnica, PNAS, Universidad de Colorado