El clima internacional, en el fragor de los 80




En menos de seis meses de administración Trump, como lo señalan varias declaraciones de la Casa Blanca, se han producido más acontecimientos internacionales (impactantes) que en los ocho años de la administración Obama. El escenario internacional sin duda se ha remecido evocando a las administraciones de Richard Nixon y Ronald Reagan, para bien o para mal dependiendo del ángulo del observador.

A partir de los 35 años de aplicación del ajuste estructural a la economía global que sucede en la década de 1980 con claros rasgos de cambio de época, el sistema político y el carácter de su representatividad, comienzan a experimentar "fatiga de material". Al parecer, no es posible desde las bases del estado liberal, sustentar el sistema económico impuesto en esa década con sus tres ejes centrales: privatización, desregulación y apertura externa no selectiva a los mercados,

La crisis o desintegración del Estado Liberal a través del desarrollo económico, no se observa de buenas a primera. En muchas naciones vemos desorden político, demandas sociales, disfunción institucional a todos los niveles. Sin embargo la crisis del estado liberal pasa inadvertida. Generalmente se le atribuye a fenómenos como los nacionalismos, los proteccionismos comerciales, populismos, una serie de términos que son consecuencias, resultados del fenómeno subyacente que es el  de un estado, el liberal, que quedó con su cáscara, su envoltorio institucional, especialmente  en su núcleo moral y político.

En las últimas tres décadas, desde las bases del Estado Liberal, en especial su sostén moral (justicia social) y la independencia de los poderes del Estado (estado de derecho), no ha sido posible sustentar políticamente el cambio radical impuesto en el sistema económico durante la década de 1980. El reduccionismo analítico trasladó todo el foco de la preocupación política al progreso económico. También estuvo concebido este ajuste, como mecanismo permanente para supuestamente asegurar la estabilidad económica desde el punto de vista fiscal y darle rienda suelta a los mercados para generar más riqueza. En naciones con escasas alternativas, fue letal su impacto en las políticas sociales. Aumentó la mortalidad infantil y materna y se desplomaron los mínimos servicios básicos en vastas regiones en Asia, África y América Latina. (Cornia, Jolly, Stewart.OXFORD/UNICEF.1987)

Por esa ruta, a nivel global se liquidaron los históricos pactos sociales del llamado Estado Social concebido para reforzar al Estado Liberal y el incremento de la desigualdad se estableció como rasgo más notorio.

Puntos esenciales de la teoría liberal, como los derechos fundamentales y la autonomía individual de las personas, han sido remecidos con una violencia inédita, por el enorme aumento de la desigualdad en una mayoría de países en las últimas tres décadas. Al ampliarse el rango de representatividad con el pluralismo político de la modernización, el modelo amenaza a la política en el sentido liberal. De allí que surja la necesidad de gobernar a través de grandes consensos o pactos entre competidores por el poder político, no entre estado y sociedad. En el fondo, es una lucha para proteger la falta de sincronía entre sistema económico y sistema político antes que se desplome todo el andamiaje.

El Ajuste Estructural Económico implantado en la década de 1980 proviene conceptualmente de los mecanismos para salvar al capitalismo global de la crisis económica de la década anterior, la los años 70.  En esta década, se exhiben los primeros atisbos del peso económico negativo del estado social concebido al interior del estado (liberal) que dio forma al estado de bienestar. El estallido y evolución de esa crisis tiene un período bien específico entre 1968 y 1973. Fueron más de cinco años con la economía global experimentando dificultades insalvables para mantener los niveles de crecimiento. Fueron varios los parámetros amenazados: producción estancada; inversión reducida; productividad en declive; inflación y desempleo en ascenso; desequilibrios económicos internacionales en áreas comerciales, financieras y monetarias.

La descomposición de la matriz de rentabilidad del capitalismo obliga a revisar el área menos rentable: La inversión en recursos humanos lo que lleva a la reducción y finalmente el desmantelamiento del eje social en el estado liberal. Al desajuste económico le sigue la quiebra del sistema monetario internacional de Brettonwoods en agosto de 1971. Esto se produce a la par del aumento del precio del petróleo y la energía, gatillando un proceso ascendente en la competitividad por el acceso al capital.

Para iniciar la rectificación de forma inmediata y así abrir la economía a un sistema dual, uno, el carril convencional de capital del circuito manufacturero clásico y el otro la creación de una industria financiera, Richard Nixon produce lo que podría llamarse una revolución. En una declaración del 15 de agosto de 1971, RN suspende unilateralmente la convertibilidad  del dólar en oro. Se impone una tasa arancelaria de 10%, y se fijan los salarios y los precios por tres meses. El director del Fondo Monetario Internacional se entera por la televisión.

Richard Nixon señala: "Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, las economías industrializadas de  Europa y Asia, estaban saqueadas. Para ponerlas en pie, EEUU concedió una ayuda de 143 mil millones de dólares. Esa ayuda permitió la rápida recuperación de esas naciones que se convirtieron en fuertes competidores. Ha llegado el momento en que nuestros socios absorban una parte equitativa del peso de la defensa de la libertad en el mundo. Es una postura similar a la de Donald Trump, al exigirle a la Comunidad Europea cumplir sus compromisos financieros  con la OTAN.

Es un regreso a los 80, como ha sido el de muchas medidas en muchas naciones desarrolladas y menos desarrolladas para continuar aplicando el ajuste estructural y seguir golpeando al estado liberal.  En este sentido, el célebre grupo musical chileno Los Prisioneros, fueron y siguen siendo en sus canciones, los virtuales sociólogos políticos de los 70 y los 80, mientras los que se suponía eran los adecuados para analizar la situación, sobrevivían en la publicidad, el mercadeo, o se extinguían por diferentes presiones, incluyendo dictaduras.

Para captar la complejidad política del actual clima internacional, hace falta la vitalidad conceptual de ese grupo musical genial, frente a un tipo de elaboración analítica formal que exhibe cada vez más, síntomas de fatiga conceptual por el agotamiento de las matrices orientadoras y arquetipos fallidos.

Inmediatamente al acabar los 80, se desplomó la Unión Soviética. En la actualidad, asociaciones importantes de naciones revisan las bases de sus compromisos de unidad,  surgen otras alianzas y no se descartan  nuevos desplomes. Es el fragor de los 80… 

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