Desconfianza política: es hora de hacernos cargo

Hoy vemos cómo la desconfianza ciudadana respecto a la política institucional es una cuestión extendida y profunda. No sin razones, muchísimas personas miran con distancia los procesos de participación, las promesas electorales, al Congreso y a todo lo que venga de los partidos políticos.

La teoría de nuestro sistema democrático plantea que la ciudadanía escoge a las autoridades y éstas representan sus intereses y visiones en los procesos de toma de decisiones. Pero la desconexión entre la ciudadanía y las instituciones de la democracia ha generado un bloqueo en el circuito de representatividad política.

Esta situación nos obliga a reflexionar acerca de la organización y herramientas con las que cuentan las democracias para revertir la situación de deslegimitidad en que nos encontramos. Las formas tradicionales de representación deben ser complementadas con mecanismos participativos que profundicen los vínculos entre la ciudadanía y los procesos de toma de decisiones.

Un intento por avanzar en esa dirección es el que impulsamos desde la Fundación Ciudadano Inteligente. El proyecto votainteligente.cl lleva propuestas generadas por ciudadanos y ciudadanas y organizaciones de la sociedad civil a todas las candidaturas para que las recojan y se comprometan públicamente con aquellas que les son afines. Hemos generado un espacio en el que cualquier persona, organización, colectivo, movimiento, gremio o grupo puede proponer lo que le parezca desde su propios conocimientos, experiencia e inquietudes.

Queremos revertir la dinámica clásica de las elecciones para enfrentar el déficit de representatividad en que se encuentran dichos procesos y que esta vez sean los ciudadanos y ciudadanas los que le hablen a quienes buscan su voto. El proyecto es un esfuerzo conjunto de organizaciones de la sociedad civil y ciudadanía que genera una sinergia entre todos aquellos que buscamos captar la atención de las futuras autoridades, a través de propuestas concretas para el mejor desarrollo del país.

Por otro lado, buscamos aprovechar la oportunidad que significan las elecciones para promover la articulación ciudadana alrededor de propuestas que surgen de sus propias ideas y experiencias. Desde el proyecto generamos una metodología para que grupos de personas se reúnan para identificar problemas comunes y alcanzar acuerdos acerca de la forma de solucionarlos. El consenso y la colectivización de las demandas es el camino para dar fuerza política a las propuestas ciudadanas y ponerlas en el centro del debate electoral.

El reproducir las prácticas que nos han llevado a los actuales niveles de desconfianza sólo implican riesgos que ponen en peligro la sustentabilidad del sistema democrático. En este año de elecciones,  los distintos actores (sean partidos políticos, medios de prensa, sociedad civil y otros grupos de interés) deben asumir el desafío de experimentar y utilizar nuevos canales de diálogo que estén al mejor servicio de la ciudadanía y su participación efectiva e incidente en el proceso electoral. Las herramienta están disponibles: las organizaciones y actores clave deben ahora utilizarlas.